Los agentes de movilidad desaparecerán como cuerpo o sufrirán una modificación radical en el próximo mandato municipal gane quien gane las elecciones municipales en el Ayuntamiento de Madrid. El incidente de Esperanza Aguirre con una pareja de estos funcionarios no ha hecho más que reactivar un debate sobre la existencia de estas patrullas que regulan el tráfico urbano en la capital.
Esperanza Aguirre ya ha dicho en varias ocasiones que es partidaria de que se fusionen con la Policía “siempre que cumplan con los requisitos”. Este es uno de los problemas. Al ser funcionarios no se pueden integrar en un cuerpo superior si no es por medio de una oposición restringida o similar. El PP llevará esta 'fusión' en su programa electoral, pero siempre respetando las normas aplicables a los funcionarios locales.
El PP llevará en su programa electoral cómo fusionarlos con la Policía ya que no se pueden integrar en un cuerpo superior si no es por medio de una oposición
El PSOE de Antonio Carmona cree que la situación actual es “insostenible” y preparan una “reforma profunda”. Estudian una alternativa a la situación actual que pasará “por el consenso y la racionalidad que le de una salida al cuerpo y les permita una carrera profesional que ahora tienen cerrada”. Los socialistas no descartan una unión con la Policía Municipal, pero siempre que suponga beneficios para la ciudad y no pierdan derechos los trabajadores. “Lo que no puede es seguir la situación actual con muchos problemas para los profesionales y la ciudad”, añadieron.
Podemos no ha hecho público su programa, pero en los debates que se han producido para reclamar ideas había consenso: las cosas no pueden seguir como hasta ahora. Esta posición la comparten también IU y Ciudadanos. Los partidos están teniendo contactos con los sindicatos del ramo antes de tomas decisiones.
Vienen de París
La idea de crear este cuerpo fue de Alberto Ruiz-Gallardón quien en un viaje a París, antes de ser alcalde, descubrió en la capital francesa la existencia de agentes para regular el tráfico. Pero casi todo se hizo mal. El objetivo era que los policías municipales se dedicaran a cuestiones de seguridad y los agentes de Movilidad al tráfico. Todo ello en un país en la que la Ley no especifica muy bien cuáles son las funciones de la Policía Local y la Policía Nacional.
Los sindicatos acusan a los mandos (policías en comisión de servicio) de cobrar complementos de productividad “elevadísimos”
Sin embargo, hubo problemas desde el principio. Los mandos son policías en comisión de servicio con más sueldo y con un nivel profesional que no alcanzarían en su cuerpo. Los sindicatos les acusan de cobrar complementos de productividad “elevadísimos”.
Una sentencia les quitó algunas de sus competencias y cobran menos que los policías, lo que provoca roces en el trabajo. Pero además, dependen de una concejalía, la de Medio Ambiente, lo que les resta coordinación con Seguridad, según dicen los propios agentes. Prueba de que ni los propios funcionarios creen en su futuro es que de una plantilla original de 1.200 personas ha pasado a 600. El resto ha ido aprobando oposiciones a Guardia Civil, Policía Nacional o Municipal en diversas localidades.
El Ayuntamiento, en tiempos de Gallardón, no tenía dinero para cubrir las plazas. Pero tampoco ha querido desarrollar un cuerpo que está abocado a su desaparición.