Nació en 1986. Tiene 33 años. Ha pasado casi una década desde que se licenció en Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid, pero ha ejercido de secretaria general del Sindicato de Estudiantes durante los últimos seis años.
Hoy, Ana García Rubio, la eterna pupila de esta organización "de izquierdas, revolucionaria y anticapitalista" que conforman alumnos de la ESO y universitarios, lidera los cánticos a favor de la independencia de Cataluña en las jornadas de huelga de Barcelona.
"¡Queremos Països Catalans!", voceaba este viernes megáfono en mano desde la plaza de Sant Jaume de Barcelona. Según recoge el Sindicato de Estudiantes en su web, su lucha no es solamente "educativa". También es para combatir "la represión franquista contra el pueblo catalán".
La massiva manifestació estudiantil del @SindicEstudiCat avança per Via Laietana. Es respira una FORÇA impressionant!
Som desenes de milers als carrers en aquesta #18OVagaGeneral. No podran empresonar tot un poble ?? pic.twitter.com/i2FXCynmHk
— Sindicat d'Estudiants?? (@SindicEstudiCat) October 18, 2019
"En los últimos años hemos librado una gran batalla contra los recortes y las reformas clasistas de la educación pública que pretenden arrebatarnos el derecho a la educación a los y las que provenimos de familias trabajadoras", aseguran en el sindicato.
"Derecho a decidir"
"Hemos echado atrás las reválidas franquistas librando a muchos jóvenes de la expulsión del sistema educativo. Pero nuestra lucha no es sólo educativa: también nos hemos salido a las calles contra la represión franquista desatada contra el pueblo catalán y defendido su legítimo derecho a decidir y a hacer realidad la república catalana de los jóvenes y los trabajadores", celebran.
También convocan huelgas generales estudiantiles en el marco del paro feminista del 8M. El pasado mes de febrero, García, asturiana afincada en Madrid, fue sustituida por Coral Latorre, en la secretaría general de la organización.
"Me considero feminista, lucho por la igualdad de condiciones para los hombres y las mujeres y, además, me considero revolucionaria y anticapitalista. Entiendo que luchar por eso conlleva luchar por la transformación social", explicaba en una entrevista para Efe.
En declaraciones a Vozpópuli hace dos años, reconocía que se encontraba en situación de desempleo y que combinaba su actividad sindical con el estudio de idiomas. "Trabajo ocasionalmente en proyectos puntuales de Comunicación Audiovisual, dando clases particulares o haciendo promociones en centros comerciales", contaba.
Nacida en Gijón, García se afilió al movimiento estudiantil en 2002 para luchar contra la denominada Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE)
Entre las lenguas que decía haber estudiado están el francés e inglés y, por aquel entonces, también estaba matriculada en alemán en la Escuela Oficial de Idiomas de Carabanchel.
Nacida en Gijón, García se afilió al movimiento estudiantil en 2002 para luchar contra la denominada Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) a la que define como "el antepasado próximo de la LOMCE".
Un año más tarde, estallaría la Guerra de Irak y su sindicato movilizó a "millones" de estudiantes en señal de protesta. Cercana a Unidas Podemos, García ha protagonizado multitud de polémicas con dirigentes del Partido Popular, como por ejemplo, con Teofila Martínez, cuando esta era presidenta de la Comisión de Educación y se negociaba -por enésima vez- un Pacto Educativo que nunca llegó.
"¡Esfuerzo el que nos exigen a nosotros, a nosotros todo el esfuerzo y todos los castigos por no tener dinero!", se quejaba en La Sexta a propósito del escándalo con el máster de Cristina Cifuentes en la Universidad Rey Juan Carlos.
"Infiltrados policiales"
Ahora, más que luchar contra los recortes en Educación que padece la Cataluña de Torra, la asturiana se centra defender el derecho a decidir.
Según la organización a la que pertenece, estos días de huelga en en la región "estamos asistiendo a un levantamiento de un pueblo digno, que lucha no solo contra una sentencia infame de un tribunal trufado de franquistas, sino que también reclama su derecho legítimo a decidir y su compromiso con una república que supere la pesadilla que representa el régimen del 78".
En la línea del discurso del presidente de la Generalitat, la organización "de izquierdas y anticapitalista" culpa de la violencia a los "infiltrados" y va más allá al afirmar el carácter policial de estos.
"Hemos asistido a un respuesta masiva, cívica y pacífica, contra la represión salvaje de los mossos y la policía nacional, que como numerosos medios de comunicación alternativos están demostrando, incluye la participación activa de infiltrados policiales que provocan los altercados y la violencia, al tiempo que compadrean con los fascistas que atacan a jóvenes indefensos", relatan.