España

Botella paga 250.000 € por auditar la M-30 por segunda vez desde el incendio mortal

Siete meses después del accidente que costó la vida a dos trabajadores, la sociedad mixta Calle 30 licita un examen a sus instalaciones, pese a que Acciona ya inspeccionó la circunvalación, denuncia el PSOE. La M-30, responsable de la deuda imposible heredada de Gallardón.  

  • Captura de vídeo del pasado 26 de octubre en la que se ve a vehículos circulando por la M-30 justo debajo de donde se produce el incendio.

Han pasado casi siete meses desde el extraño incendio que acabó con la vida de dos trabajadores de Emasa (ACS y Ferrovial) en la M-30 y lo poco que se sabe es por informes policiales o de los servicios de emergencias filtrados a la prensa. El pasado 26 de octubre, pocos días antes de la tragedia del Madrid Arena, murieron asfixiados un ingeniero y un jefe de área de Emasa, encargada del mantenimiento de la vía más transitada de España. Desde entonces planea la sombra de la duda sobre la conservación de la monumental circunvalación de 33 kilómetros de longitud, asignada a esta firma por parte de la sociedad mixta Calle 30 (80% Ayuntamiento de Madrid y 20% Emasa).

Pocas explicaciones ha dado el Ayuntamiento de Madrid siete meses después, tiempo suficiente para sacar conclusiones. La oposición (PSOE, IU y UPyD) ha pedido varias veces a Ana Botella que rompa la relación contractual con Emasa. Y la alcaldesa, por su lado, ha solicitado ya dos auditorías desde que se produjo el siniestro. La primera procede de la auditoría semestral que regularmente encarga Calle 30: ésta, correspondiente al segundo semestre de 2012, fue adjudicada a Acciona y no hay noticia de ella. La segunda acaba de licitarse en la web de la sociedad mixta y por ella el Ayuntamiento pagará 242.000 euros.

La oposición municipal se irrita con los vaivenes del equipo de Gobierno. La concejala Ruth Porta (PSOE) lamenta que mientras informes como los de la Policía Judicial, la Policía Local o los bomberos apuntan a graves negligencias, en Cibeles se mira para otro lado. “Está empezando a oler a que existe una clara connivencia entre el Ayuntamiento y Emesa, ya que ni siquiera se ha anunciado la penalización al contrato que especifican los pliegos, ni ningún expediente de infracción”, denunció Porta esta semana en una comisión.

El sistema de protección de incendios del pozo número cuatro hizo aguas por todos los lados, de acuerdo con un documento del cuerpo municipal de policía revelado por El País hace un mes: las bombonas de nitrógeno que debieron ahogar las llamas estaban vacíos; el compresor que debía esparcir el nitrógeno tampoco funcionaba; idénticas averías se localizaron en otros cuatro pozos…

También critica Ruth Porta el coste de las auditorías solicitadas y la nula información al respecto. “Se supone que ya hay informes que pueden arrojar algo de luz sobre lo sucedido, pero va el Ayuntamiento y encarga otra auditoría externa bastante cara a la vez que se hacen ajustes de plantilla. ¿Acaso los informes anteriores estaban mal? ¿Qué ocurre?”, se pregunta la edil. La M-30 es la única autopista española dentro de los lindes de una ciudad y puede considerarse la 'obra' cumbre del exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón, tanto por su alcance (la transitan a diario más de 300.000 vehículos) como por su sobrecoste: más de 8.000 millones dilapidó en ella Gallardón, un número que se asemeja muchísimo a la deuda del Ayuntamiento de Madrid, el que más debe del país.    

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