El principal enemigo de Ciudadanos en las elecciones autonómicas de Andalucía, convocadas para el 19 de junio, son las encuestas. La presidenta nacional del partido, Inés Arrimadas, desembarcaba este martes en la Feria de Sevilla para conjurarse contra lo sondeos. La líder de lo que queda del liberalismo español vino a insuflar oxígeno a su candidato, Juan Marín. Sevilla, Málaga y Cádiz son las tres provincias en las que Cs centrará su campaña para conseguir un mínimo de 3 escaños, desde los 21 actuales que lograron en 2018. Es el reto al alza que se marcan. La opción a la baja sería un mínimo de 1 para sobrevivir, al estilo de Castilla y León, cuando la demoscopia ya les deja sin representación en el Parlamento andaluz, como es el caso del último sondeo de Gad3.
Arrimadas paró, templó y mandó en el real de la Feria a la hora de reclamar una “candidatura de unidad” en la formación naranja. Por si hubiera alguna dudad de su liderazgo a la hora de tomar decisiones en su partido ella misma ha impuesto a la consejera de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta, Rocío Ruiz, como candidata por la provincia de Cádiz, en lugar de concurrir por Huelva como en 2018.
De forma paralela, Marín pasará de encabezar la lista de la provincia gaditana a liderar la de Sevilla. La única incógnita por despejar es Málaga: Allí se disputan este miércoles el primer puesto en primarias Teresa Pardo, portavoz parlamentaria, y Nuria Rodríguez, delegada provincial de Turismo. La primera es la mano derecha de Marín en la Cámara autonómica. La segunda ha sido su puntal en las políticas turísticas llevadas a cabo desde la Costa del Sol, pulmón del sector en Andalucía.
Salvando las lógicas distancias, Ciudadanos pretende reproducir en Málaga, Cádiz y Sevilla la campaña casi uniprovincial que llevó a cabo su candidato en Castilla y León. Francisco Igea, sabedor de las grandes posibilidades que tenía de revalidar su escaño por Valladolid, se centró casi en exclusiva en la capital pucelana, a la búsqueda del voto urbano. Logró más del 7% de los votos y es el único superviviente del naufragio.
Andalucía tiene la particularidad de que con el 3% de los votos ya es posible irrumpir en el Parlamento de Andalucía, frente al 5% de Madrid, donde Edmundo Bal se quedó a un puñado de votos para entrar en la Asamblea. Hasta ahora las estimaciones más optimistas para Cs –en el escenario de super por décimas el 3%– han sido las de una horquilla de entre cero y tres diputados. Ni qué decir tiene que la participación va a ser clave, sobre todo porque son al menos cinco partidos en liza y muchos escaños en disputa en Sevilla (18); Málaga (17) y Cádiz (15), las tres plazas fuertes para la formación liberal.
Arrimadas, que se dio un baño de popularidad este martes junto al todavía vicepresidente del llamado ‘Gobierno del cambio’, Juan Marín, asistió junto a él a las principales recepciones del día en el recinto ferial. Al margen de las entrevistas de rigor en emisoras de radio, la jerezana se marcó una sevillana junto a Marín en la caseta de la Fundación Cajasol. Allí ejerce como gran anfitrión el conocido banquero Antonio Pulido. Es la misma caseta en la que en 2018 la entonces presidenta autonómica, Susana Díaz, bailó junto al que era en ese momento alcalde de Sevilla, Juan Espadas, luego su adversario en las primarias del PSOE andaluz en las que ella salió derrotada y apeada de la candidatura a San Telmo.
Te las debía, @InesArrimadas. Qué arte tienes!!! ?? #FeriaSevilla22pic.twitter.com/Xvs4NhvLTm
— Juan Marín (@JuanMarin_Cs) May 3, 2022
Si hay una consejera de la que el presidente Juanma Moreno se sienta especialmente orgulloso en su gabinete esa es Rocío Ruiz. Esta docente de profesión ha sido clave para defender, frente a los ataques de Vox, las políticas sociales y de igualdad que el gobernante centrista ha hecho suyas contra viento y marea. Fuentes del PP andaluz, consultadas por Vozpópuli, valoran la “gran gestión” de la onubense en dicha cartera y creen que tal circunstancia ha sido determinante para que Arrimadas la haya situado en una provincia como Cádiz, donde con 30.000 votos pueden lograr un escaño. Es, sin duda, la posibilidad más realista que tiene Cs en comparación con las otras dos provincias donde tiene oportunidad de lograr un diputado: Sevilla y Málaga.
Desde la dirección regional de Ciudadanos las fuentes consultadas añaden otra circunstancia a la causa que los populares valoran. Se trata del claro perfil socialdemócrata que tiene Rocío Ruiz en la Junta. Los liberales intentarán con ella ‘comerle’ al moderado Moreno Bonilla parte del pastel de votos de centro izquierda que el presidente aspira a lograr, en un claro mano a mano que disputará con el candidato del PSOE-A, Juan Espadas.
El hándicap más evidente que tiene Ciudadanos en Andalucía, a la hora de apostarlo todo a votantes de centro izquierda, es que el propio Juanma Moreno comienza ya a ser visto entre el citado espectro ideológico como un claro dique de contención para frenar un hipotético gobierno con Vox. Dichos votantes, en su mayoría provenientes del PSOE-A –tras haber absorbido el candidato del PP-A todo el voto de Cs en 2018– son también abstencionistas socialistas de 2018 que le prestan su voto a Moreno Bonilla para neutralizar la entrada de los de Abascal en San Telmo.
Al reclamar una candidatura de unidad, Arrimadas ha querido dejar atrás las guerras intestinas entre Juan Marín y Rocío Ruiz. El primero a punto estuvo, como vicepresidente, de destituir a la segunda en 2020. Afortunadamente para ella el presidente de la Junta frenó el cese que pretendía el vicepresidente y cerró cualquier atisbo de crisis de gobierno. Desde el PP-A apuntan que Moreno actuó “con luces largas”, al mirar a largo plazo y vaticinar todo lo que Ruiz podía sumar a su proyecto socio liberal.
Una de las grandes bazas de Rocío Ruiz han sido las políticas contra la violencia machista. Tal papel le ha ido como anillo al dedo a Moreno Bonilla para contrarrestar los duros ataques del PSOE y el resto de la izquierda, cuando le acusaban de haberse “plegado” a Vox en el marco de lo que los de Abascal llaman “violencia intrafamiliar”. En Andalucía se implantó un teléfonono para denunciar casos de agresiones en lo intrafamiliar y apenas ha tenido llamadas, frente al de violencia de género en sí. No menos relevantes han sido las políticas de acogida a menores inmigrantes no acompañados, los llamados 'Menas', puestas en práctica por Ruiz.
El famoso llamamiento de "les vamos a acoger aquí", pronunciado por la consejera de Polítias Sociales, cuando se produjo la crisis con Marruecos que acarreó la entrada en la ciudad norteafricana de estos menores, provocó uno de los grandes choques de Vox con el Ejecutivo de centroderecha de PP y Cs. Hubo críticas furibundas del portavoz parlamentario Manuel Gavira hacia Ruiz, cuyo cese llegó a pedir a Moreno por provocar un "efecto llamada para la inmigración ilegal".
El riesgo de atacar en exceso a Vox desde Ciudadanos
En la sala de máquinas del PP andaluz están expectantes ante la campaña electoral que pueda hacer Arrimadas en Andalucía, donde se va a volcar con su presencia de manera constante en actos y mítines junto a Juan Marín y Rocío Ruiz. Los populares creen que si a los ‘naranja’ les salen las cosas muy bien, sin tropiezos, y con una buena estrategia, “podrían llegar hasta los cinco escaños”, algo que –admiten– a día de hoy “resulta heroico”. No obstante, en los ‘trackings’ que manejan Génova y la sede regional de la calle San Fernando comienza a apreciarse un “leve repunte” de Ciudadanos que puede ir a más, a medida que avance la campaña.
Desde el cuartel general de campaña de Juanma Moreno observan con preocupación el hecho de que Juan Marín centre demasiado su campaña en “atacar en exceso a Vox”. Creen que no tiene nada que rascar a la hora de convencer a votantes que no irán a Cs desde un planteamiento cercano a los de Santiago Abascal. El riesgo en la beligerancia hacia Vox desde el partido liberal, apuntan desde el PP, es que si Moreno y Marín quedaran juntos muy cerca de la mayoría absoluta, para reeditar el actual Ejecutivo (55), Vox se negara a abstenerse para facilitar la continuidad del actual Ejecutivo.
“El problema de Marín es que esté todo el rato atacando a Vox en campaña, porque para eso está el PSOE”, recalca un dirigente del PP-A. Este cargo cree que, “además de poner toda la carne en el asador en las provincias de Málaga, Cádiz y Sevilla Ciudadanos no debe descuidar Córdoba y Granada”. En la ciudad califal Cs tiene también posibilidades, aunque más remotas, de obtener escaño. Por lo que respecta a Granada, por donde se presenta Macarena Olona, cabe recordar que dicha provincia fue antaño un bastión fundamental para los ‘naranja’, con alcalde de la capital incluido.