En plena campaña electoral de las catalanas del 14-F, las elecciones internas de Ciudadanos este domingo en la vecina Aragón depararon la primera derrota de partidarios de Inés Arrimadas desde que ella asumió la presidencia de la formación naranja hace un año.
Las primarias telemáticas eran para elegir a las juntas directivas de las agrupaciones locales. Son los organismos que están en la base del sistema piramidal de Cs, es decir los más cercanos al afiliado. El sector no oficialista se alzó con la victoria numérica de votos en Zaragoza capital y en buena parte de las votaciones en liza de Aragón. Es la primera vez en la historia de Cs que la dirección nacional pierde un proceso electoral interno, algo que no ocurrió en la etapa de Albert Rivera.
Los críticos cantaron victoria en 12 de las 18 agrupaciones en juego: las 3 de Zaragoza capital, 4 de las 8 de Zaragoza provincia, las 4 de Huesca -de donde es coordinadora provincial Sara Giménez- y 1 de las 3 en Teruel. Por el contrario, la dirección regional de Daniel Pérez rebajó la cifra de derrotas a 5 de 18: concretamente, las encabezadas por los críticos de Suma -las 3 de Zaragoza capital junto a una de Zaragoza provincia y otra de Teruel provincia-, pues en el resto de agrupaciones se consideró que eran listas independientes de "consenso" que nadie se las podía atribuir como propias.
Los únicos guarismos en los que coinciden ambas listas rivales son los resultados de Zaragoza capital, que concentra el 48% de los casi 800 afiliados naranjas que hay en toda la región. Y ahí ganaron las candidaturas no oficialistas en las tres agrupaciones que había en disputa. Una de ellas -la de Salduba- ya la tenía perdida de antemano la dirección regional pues la lista oficialista había quedado anulada.
El motivo de ello fue la inclusión de una persona en la papeleta cuya presencia era incompatible con el reglamento interno de la formación naranja. Un severo traspié del secretario de Organización de Cs Zaragoza ciudad, Miguel Polo, que le costó caro a su superior jerárquico de Organización en Cs Aragón, Ramiro Domínguez, y por extensión al propio Pérez.
En las otras dos agrupaciones de Zaragoza capital -Cesaraugusta y Ebro Altabás-, las candidaturas opositoras de Suma se impusieron a las oficialistas. En la primera, de forma ajustada, por 79 votos contra 65 (55% vs. 45%). Y en la segunda, más ampliamente, por 33 votos frente a 12 (73% vs. 27%).
Las caras de la oposición interna
El sector crítico está liderado por las diputadas regionales Susana Gaspar -la anterior coordinadora autonómica- y Elisa Sacacia, junto a la vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández. Las tres fueron apartadas en el último proceso de renovación de los comités en Aragón y con este resultado ven ahora posible disputar el liderazgo en la región cuando toquen primarias.
Gaspar festejó en un tuit la confianza depositada en las candidaturas de Zaragoza Suma. Mientras, Fernández dio las gracias a todos los afiliados por participar en las votaciones de las juntas de las agrupaciones. "Seguiremos trabajando todos por el proyecto naranja que nos une", avisó.
Gracias a todos los afiliados de @Cs_Aragon @CsZaragoza_ por participar hoy en las votaciones de las juntas de las agrupaciones. Seguiremos trabajando todos por el proyecto naranja que nos une @CiudadanosCs #EquipoNaranja? #PolíticaÚtil
— Sara Fernández Escuer (@sarafernandezes) January 31, 2021
Los resultados autonómicos del domingo no tienen precedentes en Cs Aragón ni tampoco en el resto de territorios en los que está implantada la formación naranja. Y suponen un toque de atención para el Comité Ejecutivo de Arrimadas.
El secretario de Organización de Cs, Borja González, estuvo en Zaragoza el 9 de diciembre y tras ello, el aparato regional del partido dedicó estas últimas semanas para trabajar sus candidaturas de la mano del citado secretario de Organización, Ramiro Domínguez. Sin embargo, el resultado del domingo ha estado lejos de lo esperado por la dirección nacional.
Sorprenden los números que han cosechado los críticos, pues hace menos de dos años Pérez ganó las primarias para encabezar la candidatura a las elecciones autonómicas con el 81% de apoyos de la militancia, aunque en aquella ocasión no había una candidatura de peso contra él.
El líder regional se ha querido mantener al margen de esta contienda interna de las agrupaciones y el domingo por la noche llamó por teléfono a los vencedores y perdedores en Zaragoza capital. A los primeros les felicitó por el resultado obtenido y les animó a buscar consensos de cara al futuro por el bien del partido, apuntaron fuentes de su entorno.
"Esperamos cambios y dimisiones"
Tras los resultados, desde el sector no oficialista se pide al líder naranja en Aragón que se acerque más a los afiliados. "Que se den cuenta desde Madrid que en Aragón no compartimos las formas del aparato del partido. Esperamos cambios y dimisiones. También que tomen nota que el verdadero motor de Cs son sus afiliados", subrayaron desde el bando de los críticos a este periódico.
Más que Pérez, las personas que concitan un mayor rechazo en la militancia naranja que cantó victoria el domingo son los mencionados Domínguez y Polo. El primero se han mantenido como secretario de Organización por decisión de la Ejecutiva de Arrimadas y para sorpresa de muchos afiliados, pues él mismo había amagado con su retirada de la primera línea política tras la debacle del 10-N.
Fuentes próximas a la dirección nacional admiten que Pérez no quería a Domínguez en ese puesto cuando desde Madrid se diseñó el nuevo comité autonómico el pasado otoño, así que la decisión de que siguiese en la sala de máquinas de Cs Aragón se debe al empeño de Borja González. Y no hay que olvidar que este último depende orgánicamente del vicesecretario general primero y 'hombre fuerte' del partido, Carlos Cuadrado.
La situación en Cs Aragón ha sido tensa en las últimas semanas porque varios afiliados han denunciado al Comité de Garantías que se les había llamado desde la dirección regional -en varios escritos a los que ha tenido acceso Vozpópuli se cita expresamente a Miguel Polo- para "forzarles" a que votasen a las candidaturas oficialistas. También se advertía de un presunto uso fraudulento del censo por personas que no tenían derecho a ello, aunque desde este órgano interno de Cs se archivaron todas las denuncias.