Mientras España anda enredada en el desafío que Artur Mas ha puesto sobre la mesa, Gobierno y PP intentan dar un perfil bajo a este asunto fuera de nuestras fronteras. La consigna es que el proceso abierto en Cataluña por un presidente de la Generalitat que ha cogido la bandera independentista no exista en los debates europeos, ni en los plenos de la Eurocámara ni, siquiera, en las reuniones de los Grupos Parlamentarios y, a ser posible, tampoco en los pasillos, aunque esto resulta algo más difícil. Fuentes populares europeas indicaron a Vozpópuli que en Bruselas cualquier debate de esta magnitud desgasta al país que lo protagoniza y España no puede permitirse ese lujo con su credibilidad bajo mínimos.
Así pues, los populares europeos andan como sobre ascuas intentado soslayar el órdago soberanista. No se ha puesto en marcha, al menos por el momento, ninguna iniciativa en Bruselas o Estrasburgo para intentar parar a Mas, ni siquiera alguna moción o resolución que explicite el rechazo europeo a la independencia de una región de un Estado miembro, proceso que en estos momentos, en cambio, sí está abierto en el Reino Unido. David Cameron ha decidido convocar una consulta en Escocia sobre su continuidad o no en elpaís, convencido de que derrotará a los independentistas. Paradójicamente, Escocia es, con diferencia, una de las regiones más europeístas del Reino Unido. Conforme crezca la escalada soberanista de Mas se irá adecuando la respuesta, pero ahora "no toca", aducen.
Lo que sí han dejado claro algunos interlocutores europeos a eurodiputados del PP en conversaciones informales es que, llegado el caso, Bruselas rechaza declaraciones unilaterales de independencia, lo que colocaría a Cataluña, de facto, fuera de la Unión. Pero más allá de esos comentarios de pasillo, Mas y su referéndum de autodeterminación no existen en lo que afecta al Partido Popular Europeo, pero tampoco entre las filas de los eurodiputados socialistas, ni siquiera entre los catalanes, en parte por prudencia pero, también, por la clara ruptura que se ha producido con el PSOE tras su abstención en el Parlamento Catalán a la moción que pide una consulta la próxima legislatura.
Tremosa, de Convergencia, está muy activo en el Parlamento Europeo a favor del referéndum de autodeterminación. Sedó, de Unió, mantiene silencio
Quien intenta protagonizar todo el entusiasmo soberanista es el europarlamentario de Convergencia, Ramón Tremosa. Junto a Iniciativa por Cataluña y el Bloque Nacionalista Gallego (que actúa en presentación de ERC, con quien se presentó a las europeas en coalición) ha preguntado a la Eurocámara si la convocatoria de un "referéndum democrático de autodeterminación" en una región europea es "conforme" a los principios democráticos del Tratado de la UE. En todo caso, indican fuentes populares europeas, no se trata precisamente de partidos que tengan un gran poder movilizador en Bruselas y, hoy por hoy, pasan desapercibidos, aseguran.
Lo más paradójico es que mientras Tremosa, de Convergencia, ha agarrado la pancarta, su compañero de coalición, Salvador Sedó, de Unió, mantiene un significativo silencio. Es cierto que ni siquiera forman parte del mismo Grupo Parlamentario en Europa, pues Tremosa es miembro del Liberal y Sedó del Popular, pero la apuesta soberanista de Artur Mas ha abierto en canal las diferencias que existen dentro de CiU y lo que pasa en la Cámara europea es una buena muestra de ello. Unió es reacia a la senda emprendida por Mas, aunque tampoco se atreve a romper, al menos, hasta que se celebren las elecciones catalanas del 25 de noviembre.