Francisco Javier Almeida salió en libertad condicional el 8 de abril de 2020, tras pasar 22 años en la cárcel de una condena de 25. Apenas año y medio después de salir, mató al pequeño Álex, de 9 años, en el municipio riojano de Lardero. Ahora, algunos expertos dudan de que este fuese su primer crimen en libertad.
Según un atestado de la Policía al que ha tenido acceso El Confidencial, el 13 de octubre de 2020 fue asesinada María Mercedes, aunque el crimen no tuvo una gran repercusión. El cuerpo lo encontró su marido y presentaba unas lesiones muy parecidas a las de la segunda víctima de Almeida en 1998. Además, la mujer también había sufrido una agresión sexual.
El presunto asesino del niño de Lardero acudió los días anteriores al 17 de agosto de 1998 a la inmobiliaria San Martín, en Logroño, para visitar algún piso. Ese día por la tarde concertó una cita con una de las trabajadoras de la inmobiliaria para visitar una casa pero, según la sentencia del caso, cuando estaban en el interior se produjo el crimen. El individuo empujó a la víctima, que cayó sobre la cama, y le provocó 17 heridas superficiales con una navaja. Sin embargo, una de ellas le seccionó las glándulas tiroideas y la tráquea. Almeida dio la vuelta a la víctima y volvió a asestarle navajazos, además de morderle los labios. Finalmente, le clavó el arma blanca en el corazón, lo que provocó su muerte. Además, ya había sido sentenciado en 1993 por otra agresión sexual.
Volviendo al crimen sin resolver de María Mercedes, los agentes detuvieron al marido, pero según el juez instructor del caso las evidencias tenían muy poca consistencia, por lo que actualmente está en libertad condicional. Las fuentes consultadas por el citado diario apuntan a que el esposo ha entregado de forma voluntaria su ADN hasta en dos ocasiones para que los especialistas de la Policía puedan comparar si su huella genética se corresponde con los restos biológicos masculinos o con el vello púbico encontrado en la escena del crimen. De coincidir, el caso estaría resuelto, pero, en caso contrario, fuentes policiales reconocen que hay muchas coincidencias con el asesinato cometido por Almeida en 1998.