El pasado verano, se quemaron 310.000 hectáreas en España, lo que supuso la peor cifra de lo que llevamos de siglo. Unos incendios que solo dejaron ceniza a su paso y deja al suelo en un estado difícilmente recuperable: por falta de recursos económicos, tan solo se recupera por obra del ser humano un 19% de la superficie calcinada. Para conseguir que ese porcentaje crezca, el creativo publicitario Alejandro de Antonio decidió crear 'Ashes to Life', una empresa de cosmética que utiliza la ceniza para hacer sus productos y poner su granito de arena a repoblar los montes.

Pero 'Ashes to Life' no utiliza la ceniza de los incendios para generar beneficios. "No nos aprovechamos de catástrofes naturales", afirma en conversación con Vozpópuli Alejandro de Antonio, el fundador de la compañía. Usan como materia prima otro tipo de ceniza, obtenida de la cáscara de coco y huesos de aceituna para elaborar jabones y madera de pino recogida de la limpieza y poda controlada para fabricar jaboneras. De todo lo que venden, un 10% se destina a la investigación medioambiental y a realizar un diagnóstico específico de cada zona.

Lo que sí pretende hacer la empresa en un futuro es utilizar la ceniza de los bosques quemados en España para producir cosméticos de edición especial. Estos también saldrán a la venta, pero en este caso, para no ganar dinero de catástrofes naturales, destinarán todas las ventas a la repoblación del bosque de donde se ha obtenido la ceniza. Una aportación que busca generar los recursos que suelen faltar para este tipo de tareas.

La idea nació, según relata Alejandro a este diario, tras presenciar en 2012 la quema de un monte en Málaga cercano a donde solía veranear. Esto hizo que se interesase por conocer más sobre la restauración de ecosistemas. Esto, unido a la colaboración con historiadores, le dio la clave para 'Ashes to Life'. Porque utilizar ceniza para crear productos de cosmética no ha sido idea suya: este es un recurso que ya utilizaban los egipcios para su higiene personal y otros usos terapéuticos: sus propiedades van desde eliminar químicos de la piel hasta prevenir su envejecimiento.

Los bosques reforestados no se custodian

Según cuenta Alejandro, cuando se reforesta un terreno calcinado suelen surgir una serie de problemas: desde la infertilidad del suelo por el fuego, lo que impide que estos árboles se desarrollen, hasta la muerte de estos cultivos por no adapatarse tras haber crecido en un ambiente poco hostil como un vivero.

Además, aunque destaca que se realizan tareas "de buena fe", es la falta de estudio lo que hace que en muchas ocasiones no se pueda repoblar la zona. Por ejemplo, cuando se retira con maquinaria pesada los restos del incendio, 'rompiendo' definitivamente un suelo que ya estaba débil y haciéndolo estéril.

Es por estos motivos que el creador de 'Ashes to Life' cree que se necesita custodiar el desarrollo del bosque para corregir estos problemas. La compañía, junto a sus colaboradores, quiere sustituir especies dañadas y "evaluar el ecosistema para que salga sano". De esta forma, "si una especie se daña, se repone", afirma Alejandro a este diario.

Además del 'Ashes to Life Project', la compañía trabaja en Mijas para desarrollar y custodiar un bosque urbano gracias a la colaboración del ayuntamiento de la localidad y con Exploramás, una organización con experiencia en mejorar entornos sociales y ambientales de nuestro país. Han plantado ya 740 árboles, la mayoría de ellos alcornoques, la especie que se perdió en la zona tras los incendios de 2012 que sirvieron para inspirar la compañía. Gracias a su trabajo, el índice de supervivencia de estas especies es del 95%, muy alejado del 19% de la repoblación tradicional.