El Parlamento asturiano deberá celebrar al menos una tercera votación para elegir presidente del Principado después de que el apoyo de Foro al PP, tras abstenerse inicialmente, provocara un empate a catorce votos en la segunda ronda entre el socialista Javier Fernández y la popular Mercedes Fernández. Los tres diputados de Foro decidieron ayer modificar su postura tras haberse abstenido el pasado miércoles, una decisión que no hicieron pública ni trasladaron al PP, con lo que el voto a favor de los populares de su portavoz, Cristina Coto, -la primera en pronunciarse- llevó la sorpresa a los 42 parlamentarios restantes.
El resto de grupos mantuvieron la postura anunciada y, de esa forma, los catorce diputados del PSOE respaldaron a su candidato y los once del PP a la suya mientras que Podemos, excluido de esta segunda ronda tras obtener el menor número de votos en la primera ronda, optó por la abstención, al igual que IU y Ciudadanos. El Estatuto de Autonomía y el Reglamento de la Junta General no contempla en la sesión de investidura otra opción que abstenerse o votar a favor de alguno de los candidatos y prevé que, en caso de empate como el registrado hoy -inédito en la historia parlamentaria de Asturias- se convoque nueva votación no antes de 48 horas.
El empate entre la candidata popular y el socialista obliga a convocar una nueva votación no antes de 48 horas
De persistir la igualdad, la votación podrá repetirse "o tramitarse nuevas propuestas siguiéndose el mismo procedimiento", según el Reglamento, que contempla también que transcurridos dos meses desde la constitución de la Junta (16 de junio) sin elegir presidente se convoquen nuevas elecciones. Pese a que en el debate con los candidatos Foro reprochó al PP que en 2011, y pese a las coincidencias programáticas, se dejara llevar por el "rencor" para no respaldar un gobierno de Francisco Álvarez-Cascos, su presidenta, Cristina Coto, ha asegurado hoy que su partido no aplica "el ojo por ojo y diente por diente". A juicio de Coto, Foro había actuado "con coherencia" dado que la continuidad en el poder del PSOE era la "peor" opción posible "dada la nula voluntad de cambio demostrado en el debate investidura".
El resultado de la votación ha provocado la reacción inmediata del PSOE, que tras cinco semanas de escasos contactos con Podemos e IU después de las elecciones y de un intento de acuerdo a través de una carta enviada ayer a ambas formaciones, las ha convocado ya a una reunión para el próximo lunes, al igual que a Ciudadanos. Según el presidente en funciones y candidato a la reelección, lo ocurrido hoy tiene una explicación "lógica y sencilla" que es que la derecha "se ha agrupado", cosa que no ha conseguido hacer la izquierda pese a sumar 28 de los 45 diputados del Parlamento.
Fernández ha advertido además de la "incoherencia" que supone la postura de Foro dadas sus críticas a las políticas del Gobierno central con Asturias aunque ha considerado que "a nadie puede extrañar" la decisión adoptada por esta formación. Más satisfecha se ha mostrado la candidata popular, Mercedes Fernández, para quien la nueva postura de Foro abre "una nueva etapa" en la derecha asturiana y ha asegurado que intentará "con toda humildad" conseguir apoyos para ofrecer un cambio, en alusión a los tres diputados de Ciudadanos con los que superaría al PSOE.
Podemos e IU negociarán con el PSOE
Podemos, por su parte, ha aceptado la oferta negociadora de los socialistas, a los que ha advertido, no obstante, de que no les ofrecerá "un cheque en blanco" después de que su candidato, Javier Fernández, creyera "que podría volver a gobernar sin moverse". "El PSOE tiene ahora la posibilidad de buscar un acuerdo "pensando en la mayoría social", ha señalado su portavoz, Emilio León, que ha calificado además a IU de "irresponsable" por no apoyarles en la primera votación abriendo así la posibilidad de que el PP pueda gobernar Asturias dado que el respaldo de la coalición en la primera votación habría excluido de la segunda a la candidata popular.
Para el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, este empate supone "una cura de humildad" para el PSOE, con los que sigue abierto a negociar, junto a Podemos, "una mayoría sólida y un gobierno de cambios" mientras que Ciudadanos ha aceptado conversar tanto con socialistas como con populares "sobre ideas y programas".