El tiroteo que se vivió en el Polígono Sur de Sevilla ha puesto a la barriada más pobre de España –junto a la de Los Pajaritos- en el foco. Sonidos propios de una guerra en Sevilla, con armas pesadas y balas trazadoras surcando el aire, pusieron de relieve la impunidad con la que se manejan los clanes de la droga, poseedores cada vez de más poder gracias a los cultivos indoor de marihuana que toman la zona.
La guerrilla urbana de las 3000 Viviendas se trasladó de inmediato a la arena política con el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz elevando el tono contra el Gobierno por la falta de seguridad. Sanz pidió el martes una reunión de urgencia con el subdelegado de Gobierno. Tras el encuentro de la tarde de este jueves, 5 días después del tiroteo, el tono ha cambiado drásticamente.
Sanz no ha entrado al trapo cuestionado por su exigencia de más policías nacionales al ministro Marlaska, “no es el momento de eso, es el momento de que estemos unidos” ha dicho. El tono de los representantes de la administración municipal y estatal es de consenso y unión.
Una crisis sin nuevas respuestas
A pesar de la crisis de seguridad que confirmó el miércoles 16 una redada policial sin precedentes en la ciudad, con un operativo de 300 policías, blindados, caballería, helicópteros y drones... la reunión de urgencia no arroja ninguna medida concreta.
Cuestionados por la falta de una respuesta innovadora, Sanz aclara que “hemos hecho un balance de situación; pero sin propuestas concretas. Se trata de que cada uno haga lo que tenga que hacer”. Inquirido en el mismo sentido el subdelegado de Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano ha destacado que "el compromiso del Gobierno de España a seguir interviniendo en el Polígono Sur de acuerdo a criterios policiales es ya una medida”.
A pesar de las escenas vividas el sábado y viralizadas en redes y, a pesar de la macrorredada con la que la Policía Nacional mostró músculo en las zonas más conflictivas, Toscano valora que “hacemos un flaco favor a los vecinos de Polígono Sur si hablamos de anormalidad”. Pero la situación en la barriada no es del todo normal.
Entre los vecinos hay dudas sobre si habrá tiroteos, registros... o sobre si llegarán servicios municipales esenciales como el autobús o la limpieza. El alcalde afirma ahora que "no solo es un problema de seguridad ciudadana, que es lo que vemos ahora. Aquí confluyen otro tipo de problemas”, un mensaje distinto al que ha mantenido a lo largo de la semana, más enfocada en la ausencia de seguridad.
Reivindican el trabajo
El operativo que se va a mantener activo en Polígono Sur es la prolongación de una actividad policial ingente en la barriada. Los datos de los uniformados en lo que va de año (del 1 de enero al 1 de octubre) nos dicen que se han realizado un 60% más de registros y un 15% más de detenciones.
La droga y el empoderamiento del narco son el reto, casi se ha doblado la cantidad de marihuana retirada del mercado y, respecto a la cocaína, la cantidad incautada ha sido más del triple en relación a los datos del curso pasado a estas alturas, “el trabajo no es de ahora, se viene desarrollando a lo largo de todo el año”, valora Toscano.
Ambos dirigentes se comprometen a coordinar la intervención en políticas sociales, educativas y de seguridad. A más concreción, la Policía Local coordinará controles policiales y de tráfico en la barriada, pero eso es algo que destacan “ya se venía haciendo”. El alcalde ha asegurado que los servicios municipales no se van a interrumpir, a pesar de que deslizó esta posibilidad esta semana. Ha recordado que la Policía Local no entra en algunas zonas de Polígono Sur sin estar escoltada por efectivos de Policía Nacional.
Por último, el alcalde asegura que va a solicitar a la Junta de Andalucía una reunión con Fomento y Vivienda para gestionar la reurbanización de determinadas zonas de Polígono Sur que tienen edificios abandonados y que pretende sean derribados para ser sustituidos por zonas verdes, “hemos convertido a estas zonas en guetos”, asume el alcalde.
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