A tan sólo dos meses de las elecciones. Deprisa, deprisa. Los vecinos de Arganzuela y los partidos de la oposición han denunciado las prisas que tiene el Ayuntamiento de Madrid “en malvender el Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi”, un edificio situado en una parcela de 24.000 metros cuadrados en una buena zona comercial. Una empresa promotora, llamada Adripabel, presentó hace algunos meses un estudio para la rehabilitación de un edificio municipal que lleva años abandonado y que el consistorio de Ana Botella no quiere ceder para equipamientos del distrito, según denuncian los vecinos.
La administradora, y socia única de esta empresa, es una joven modelo llamada Adriana Escudero Martínez. Adriana es hija de Pablo Escudero, un conocido empresario madrileño. Su tío Miguel Escudero fue condenado tres veces por estafa. Fue detenido y extraditado en los años 90 por el célebre caso del fraude del IVA. Miguel Escudero promocionó un proyecto similar al de Legazpi en Bilbao que acabó en escándalo, con la quiebra de la sociedad tras haber logrado un crédito millonario de Caja Postal.
El proyecto propone una inversión de 53,93 millones de euros de los que 16,37 se harían con fondos propios y 37,75 con préstamos bancarios
Ahora, la modelo Adriana Escudero ha presentado al Ayuntamiento este proyecto que propone una inversión de 53,93 millones de euros de los que 16,37 se harían con fondos propios y 37,75 con préstamos bancarios. La Ley de Contratos del Sector Público admite la iniciativa particular en la presentación de estudios de viabilidad para eventuales concesiones de obra pública. Por este motivo, el Ayuntamiento alega que no puede rechazar una iniciativa que se ha presentado de acuerdo con la Ley.
En este sentido, el consistorio explica que hacer la propuesta no significa ninguna ventaja si esta sociedad acude al concurso público que se convocará para la construcción del centro. La Corporación ha sometido a información pública el estudio de viabilidad al que se han presentado 12 alegaciones que ahora estudian ya los técnicos.
Oposición frontal
El proyecto ha tenido la oposición frontal de vecinos y partidos políticos que han iniciado una guerra contra el intento de privatizar el antiguo edificio que está construido sobre una parcela de 24.517 metros cuadrados en el distrito de Arganzuela. Los vecinos han organizado una plataforma llamada Espacio Vecinal Arganzuela que ha celebrado actos contra lo que consideran "una decisión a costa de los bolsillos de los ciudadanos". También han presentado alegaciones.
La asociación de vecinos cree que detrás de todo este asunto hay un operador que ha utilizado esta empresa para acudir a la licitación y hacerse con una propiedad municipal por 40 años
Un portavoz de esta asociación dijo a este periódico que Adriana Escudero es una pantalla de su padre, Pablo Escudero, que suele actuar también en ocasiones con su mujer. La asociación de vecinos cree que detrás de todo este asunto hay un operador que ha utilizado esta empresa para acudir a la licitación y hacerse con una propiedad municipal por 40 años.
Los partidos también están en contra de las prisas por llevar adelante esta “venta encubierta de patrimonio público”. Jaime Lissavetzky, portavoz del PSOE, anunció en el último Pleno municipal que el Partido Socialista recurrirá a los tribunales si finalmente el proyecto se lleva adelante. Pero la alcaldesa insistió que el centro comercial seguirá.
El candidato socialista Antonio Miguel Carmona, por su parte, también se ha mostrado radicalmente contrario a algo “que quiere beneficiar a los amigos del PP”. El PSOE no entiende que después de más de 30 años sin actividad se plantee deprisa y corriendo una concesión municipal que acude a un procedimiento que acorta mucho los plazos. Izquierda Unida también se ha mostrado contraria al proyecto. Un portavoz de IU recordó que hay polémica con el acceso directo desde la M-30, “por no hablar de las necesidades de dotaciones públicas que tiene la zona”.
El proyecto de rehabilitación incluye la construcción sobre la parcela de un total de 69.033 metros cuadrados, de los que 34.500 serán sobre rasante y el resto, 34.533 metros, para 809 plazas de aparcamiento. El nuevo centro comercial tendrá dos plantas para instalaciones deportivas, una biblioteca, un mercado gastronómico de productos madrileños y una zona comercial de 6.112 metros cuadrados para tiendas.
La cesión sería por 40 años, mientras que la empresa gestora logrará unos rendimientos, ya el primer ejercicio, de 2 millones de euros a cambio de un canon de 400.000 euros anuales. Existe otro proyecto de centro comercial también a las orillas del Manzanares que se pondrá en marcha próximamente.