El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha acordado el archivo de la querella presentada por Dignidad y Justicia contra el concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata por un presunto delito de humillación a las víctimas del terrorismo o de sus familiares por sus tuits sobre Irene Villa, después de que ésta le haya exculpado en un escrito presentado en el juzgado. El juez considera que es "de todo imposible incardinar" la conducta del concejal "en precepto penal alguno".
Pedraz explica que se disponen ya de elementos suficientes para concluir que no ha existido reproche penal en la conducta de Zapata. Después de analizar la requisitos del artículo 578 del Código Penal, que castiga a quien menosprecia o humilla a las víctimas, persiguiendo conductas especialmente perversas y que exigen un ánimo directo de desprestigiar o rebajar la dignidad de las víctimas, Pedraz concluye que el tuit investigado "no integra ni una conducta especialmente perversa ni se da el dolo específico, ni además se ha humillado a la víctima, como así afirma Doña Irene Villa".
El juez se refiere al tuit como chiste de "humor negro" -como lo calificó la propia testigo-, cuyo ánimo es muy distinto al de desprestigiar o rebajar la dignidad de las víctimas. Pedraz reconoce que este tipo de humor puede causar perplejidad o indignación en un amplio sector social, pero recuerda que el legislador en estos casos no ha contemplado que esa perplejidad e indignación merezca un reproche penal.
Pedraz observa que en Internet hay miles de chistes idénticos o parecidos y lo que no puede hacerse "es perseguir solo a determinadas personas y no a otras"
Zapata fue llamado a declarar como imputado para que compereciese el próximo día 7 a petición de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, y ese mismo día había citado a Irene Villa como testigo. Sin embargo, ésta optó por enviar una carta al juzgado el 30 de junio para evitar su comparecencia, señalando que los comentarios de Zapata sobre ella en sus tuits no han afectado a su persona ni le han causado humillación, sino que lo considera chistes de humor negro y pedía que se la eximiera de comparecer por encontrarse ese día fuera de Madrid y estar de baja por maternidad (con lo que esa declaración "le afectaría a su situación anímica y el estado de lactancia").
En esa misiva, Irene Villa explica que ha "convivido desde el atentado terrorista con este tipo de humor negro, que he entendido desde mi infancia como una expresión sátira de un grave hecho acaecido, siempre como una expresión de la gran gravedad de los hechos en los que, sin quererlo, me vi implicada y no como una falta de respeto o humillación a mi persona".
El juez entiende por tanto que no ha existido reproche penal tras analizar los requisitos del delito de humillación a las víctimas (que exigen un ánimo directo de desprestigiar o rebajar su dignidad) de las víctimas.
En este sentido observa que actualmente en Internet hay miles de chistes idénticos o parecidos desde hace bastante tiempo, sin que conste antecedente alguno de que la Audiencia Nacional haya incoado una causa "y desde luego lo que no puede hacerse es perseguir solo a determinadas personas y no a otras (derecho penal del enemigo) como parece acontecer en este caso", en el que se puntualiza en la querella que Zapata "es concejal del Ayuntamiento de Madrid".
Perseguir a Zapata supondría entrar en una "pendiente resbaladiza" que entraría en colisión con la libertad de expresión
De perseguir esta conducta en concreto, "habría que hacerlo respecto de todos los que han publicado 'chistes' similares en las redes sociales e Internet y se entraría en una "pendiente resbaladiza", ya que habría que proceder a la búsqueda intensiva en las redes, "para a continuación abrirse las respectivas causas (miles) para cada uno de los autores"
Esto llevaría, prosigue el juez, a que cualquier persona o colectivo pudiera denunciar chistes de humor negro sobre determinadas materias que les pueda afectar y que han visto en las redes sociales. Una dinámica, añade, que entraría en colisión con la libertad de expresión, con el principio de intervención mínima y que provocaría un derecho penal del enemigo, "desde luego una amenaza para los principios y garantías del Estado de Derecho", argumenta Pedraz.
El juez llamó a declarar a Zapata después de que la fiscal Blanca Rodríguez pidiera su imputación por considerar que sus tuits generaron "descrédito, menosprecio, humillación" a las víctimas del terrorismo. Concretamente a la víctima de ETA Irene Villa por un tuit que publicó el 31 de enero de 2011 en el que decía: "Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcàsser para que no vaya Irene Villa a por repuestos".
Para la fiscal, este comentario era constitutivo de un delito de humillación a las víctimas del terrorismo, penado con hasta dos años de cárcel, por ser "objetivamente vejatorio y humillante para la destinataria víctima del terrorismo, en particular, y en general para todas las víctimas que de una forma u otra lo han sido del terrorismo de la organización terrorista ETA".
Seguimos.
— Guillermo Zapata. (@gzapatamadrid) July 2, 2015
El propio Zapata ha reaccionado en Twitter a la decisión de Pedraz, con un escueto mensaje: "Seguimos". A continuación, el auto íntegro del juez: