El presidente del PP de Orense y de la Diputación, Manuel Baltar, fue cazado por un radar conduciendo a 173 kilómetros por hora en la A-52 el pasado 23 de abril, a la altura de Allariz (Orense) casi una hora antes de la sanción por circular a 215 km/h en la provincia de Zamora, pese a estar las autovías limitadas a 120. La Guardia Civil de Orense ha confirmado este lunes a EFE la información adelantada por la Cadena SER y el diario Público.
El coche oficial de Baltar fue detectado por un veloláser a las 17.44 horas en el punto kilométrico 210, en el municipio de Allariz a 173; y a las 18.38, menos de una hora después, recibió el alto por ir a 215 km/h. En su momento, cuando solamente se conocía esta última infracción, Baltar explicó en una carta que lo ocurrido se debía a "un despiste".
Baltar compareció el pasado 11 de mayo de manera telemática ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Puebla de Sanabria (Zamora) por un delito contra la seguridad vial. El político orensano rechazó las acusaciones y por lo tanto tendrá que acudir a declarar el próximo 31 de mayo, después de las elecciones municipales. La Fiscalía solicitó la retirada del permiso de conducir.
El representante legal de Baltar recurrió al entender que, abonada la sanción administrativa, algo que sí hizo, no ha lugar a un juicio. No obstante, al superar en más de 80 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida, una vez establecido el margen de error del cinemómetro, el exceso de velocidad fue considerado delito contra la seguridad vial y las diligencias remitidas al juzgado.
En el momento en el que pararon el vehículo oficial conducido por el propio Baltar para identificar a su conductor, los agentes que realizaban el control de velocidad no disponían de la certificación del margen de error del medidor de velocidad, por lo que inicialmente le pusieron por el exceso de velocidad una multa de 600 euros, que con el pronto pago quedaron en 300, y seis puntos de detracción del carné.
Fernanda
¿Cómo un partido con aspiraciones de gobierno puede mantener en puestos de relieve a personajes de esta catadura moral?