Rosalía Iglesias, la mujer del extesorero del PP Luis Bárcenas, se enfrenta a un horizonte en prisión sin permisos de salida hasta el año 2024. Son los tiempos que marca el Reglamento Penitenciario teniendo en cuenta los casi 13 años a los que ha sido condenada en firme por el Tribunal Supremo y a que hasta ahora no ha pasado más que unas horas en prisión preventiva.
Según informan fuentes penitenciarias, ahora se abre un plazo de dos meses para que se le clasifique en uno de los tres grados penitenciarios. Casi con total seguridad, se le aplicará el segundo grado, el más común. El primer grado es para los presos más conflictivos o peligrosos y no es el caso. El tercer grado es la semilibertad y tampoco es probable con una condena superior a los cinco años. Una vez se establezca el modo de cumplimiento hay que revisarlo cada medio año.
Una vez en el previsible segundo grado penitenciario, el horizonte de salida más cercano son los permisos de salida ordinarios. Rosalía Iglesias podrá empezar a solicitarlos cuando haya cumplido un cuarto de los 155 meses (12 años y 11 meses) a los que ha sido condenada, es decir, dentro de algo más de tres años y dos meses. Tendrá derecho en ese momento a solicitar un total de 36 días al año repartidos en tramos nunca superiores a siete días seguidos, según establece la ley penitenciaria.
Otras opciones
En su caso no ha cumplido nada más que unas horas en prisión preventiva por lo que no podrá descontarse apenas condena. Fue tras la sentencia de la Audiencia Nacional, pero su familia abonó ese mismo día los 200.000 euros de fianza y desde entonces ha permanecido en libertad provisional. En caso de fuerza mayor por enfermedad, operación o defunción de un familiar cercano, en ocasiones, la administración y la Justicia penitenciaria permite las salidas extraordinarias durante unas horas.
Otra opción sería la aplicación de un artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario. Permite flexibilizar la condena y salir a diario para trabajar o formarse. Salvo cuestiones de salud o humanitarias, suele reservarse para aquellos que ya han cumplido una parte importante de su condena y sirve como adaptación a su vida en libertad.
Por lo pronto, Bárcenas ha pedido formalmente a Prisiones que le traslade desde Soto del Real hasta la cárcel de Alcalá en la que se encuentra su mujer. Iglesias tendrá derecho al menos a un vis a vis íntimo al mes. También podrá solicitar la modalidad de los vis a vis familiares, que precisan de una sala más amplia. Pero el contacto más fluido es el que permite la comunicación por locutorio, 40 minutos a la semana con posibilidad de partir en dos visitas de 20 minutos. Al locutorio puede asistir también su hijo al tener más de 10 años. Además, tiene derecho a 50 minutos de llamadas telefónicas que tendrá que pagar ella.
Colaboración de Bárcenas
Este martes, El País informó de que el exdirigente popular, condenado a 29 años de cárcel por la trama Gürtel y todavía con causas pendientes en la Audiencia Nacional, se ha ofrecido a la Fiscalía a colaborar con las pesquisas en torno a la caja B del Partido Popular. Este caso lleva siete años investigándose en un Juzgado de la Audiencia Nacional. El citado diario destaca que Bárcenas hace este movimiento tras el ingreso en la cárcel de su mujer.
A lo largo de todos estos años, su entorno trasladó el mensaje de que la entrada en la cárcel de su mujer era el peor escenario posible para el extesorero. Algo así como una línea roja. En el PP también vieron la condena a la mujer de su exdirigente como una amenaza de cara a que el extesorero pudiese sacar a la luz nuevos datos sobre la corrupción que anidó en el partido durante años. En el marco de la operación Kitchen se investiga si la propia Policía Nacional estableció una operación de espionaje al entorno de Bárcenas ante la sospecha de que tuviera más información comprometedora contra el PP.
Rosalía Iglesias ingresó en el módulo de cuarentenas del Centro Penitenciario de Alcalá-Meco este domingo 8 de noviembre después de recoger el pasado 30 de octubre la orden de entrada en prisión para cumplir la condena de 12 años y 11 meses por la primera época de la trama Gürtel, después de que la Sala le concediera 10 días para ingresar en un centro penitenciario.