"Financiación, vivienda, inmigración y sanidad". En torno a esos cuatro asuntos pivotará primordialmente la Conferencia de Presidentes que se celebrará en Santander a principios de diciembre. En principio, una cumbre diseñada por el Gobierno, y tras reiteradas peticiones de las 11 comunidades y dos ciudades autonómas gobernadas por el PP, para abordar el problema de la vivienda. Pero finalmente convertida en una reunión de máximo alcance (y abanico) político, gracias al amparo que los presidentes populares han encontrado en el artículo 5 del Reglamento de la Conferencia de Presidentes.
Un precepto que permite al PP plagar el orden del día de la reunión con su agenda, habida cuenta de que la mayoría absoluta en el Senado y "la mayoría de los representantes del conjunto de las comunidades autónomas y ciudades con Estatuto de Autonomía" –el 11+2 de los populares basta sobre un total de 17 territorios– están incluidos como dos de las cuatro vías posible para ampliar el orden del día de la reunión.
Además, como ha sabido Vozpópuli de fuentes territoriales del PP, las comunidades autónomas presididas por los de Alberto Núñez Feijóo se reservan la opción de introducir "temas singulares" en el turno de "ruegos y preguntas" de la cumbre como, por ejemplo, las "nucleares". Así lo acordaron el pasado viernes los consejeros de Presidencia populares en una reunión telemática con Cuca Gamarra, secretaria general de la formación.
La posibilidad de que el PP domine la Conferencia de Presidentes con su agenda –una cita que, para convencimiento de Génova, Pedro Sánchez ha dilatado a toda costa dada su inferioridad numérica– supone un aldabonazo político para el principal partido de la oposición, que doblega, así, la intención inicial del Gobierno de ceñir la cumbre única y exclusivamente a la vivienda.
Tal y como adelantó El Mundo, fue el propio ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, quien envió una carta el pasado 16 de octubre a las presidentes autonómicos para que les hicieran llegar "las propuestas que considere susceptibles de ser incluidas en el orden del día". ¿El objetivo? Tenerlas listas para su análisis en el comité preparatorio, que se celebrará el próximo 28 de octubre. "Seguro que compartimos que la Conferencia de Presidentes debe ser un espacio de diálogo que sirva para potenciar las relaciones de cooperación entre el Gobierno de España y los gobiernos de las comunidades autónomas, bajo el principio de lealtad institucional", indicaba en la referida carta Torres, dejando negro sobre blanco el cambio de actitud del Gobierno con la cita.
Reencuentro Sánchez/Ayuso
Establecido el deadline del ministro de Política Territorial, fuentes de Génova consultadas por este periódico indican que el grueso de los presidentes autonómicos del PP mandarán este mismo lunes sus peticiones para una cita cuyo tabasco será el reencuentro entre Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, después del plantón dado esta mañana a Sánchez. Una decisión inédita respecto a todos sus antecesores desde 1983, si contamos a Alianza Popular como parte de la historia del PP y al balear Gabriel Cañellas como primer presidente popular.
Como publicaba este periódico en la mañana de este lunes, Ayuso comunicó ayer, domingo, su decisión al líder del PP, que se mostró "comprensivo" con sus "motivaciones". "Comprende sus circunstancias porque Sánchez la ha llamado corrupta a ella y delincuente a él", argumentaban desde el ala noble de Génova después de que las últimos informes de la UCO sobre el caso Koldo hayan intensificado el cerco sobre Sánchez. Y provocado que, en un movimiento de autodefensa, el Gobierno haya salido en tromba contra Ayuso por las polémicas en las que se ha visto envuelta en los últimos meses.
Precisamente, es esa redoblada ofensiva del Gobierno contra la baronesa madrileña con lo que justifican en Génova su "comprensión" con Ayuso, habida cuenta de que fue el propio Feijóo quien instó a sus barones a acudir a la cita con Sánchez el pasado 7 de septiembre en una entrevista en el diario antes citado. "Yo acudí a todas las reuniones que tuve. Con Zapatero, Rajoy y Sánchez. Un presidente de una comunidad no elige al presidente del Gobierno que le toca. Por tanto, no veo ningún riesgo al respecto. Si un presidente autonómico no acude al Palacio de la Moncloa, creo que comete un error", declaró entonces el líder del PP. No obstante, "Feijóo mantiene todo lo que dijo", aseguran en Génova. Es decir, su rechazo a no acudir a la llamada de Moncloa.