La fragata Santa María y el patrullero de altura Serviola de la Armada Española han seguido el rastro y monitorizado durante una semana a una agrupación naval de Rusia a su paso por aguas de interés nacional, tanto en el Mediterráneo como en el Cantábrico. La fuerza procedente del país de Vladimir Putin estaba compuesta por cuatro navíos, entre los que destaca la presencia de una fragata.
En concreto, la agrupación naval rusa estaba integrada por la fragata Almirante Grigorovich, las corbetas Stoiky y Sobrazitelny, de la clase Steregushchiy, y el buque de aprovisionamiento ligero Kama, de la clase Kaliningradneft.
Según la información facilitada por el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), la fragata española Santa María se encargó del seguimiento de esta agrupación rusa en el Mediterráneo Oriental hasta su entrada en aguas portuguesas. Posteriormente, el patrullero de altura Serviola se ocupaba de la vigilancia en el Mar Cantábrico.
"Durante tres días, la fragata Santa María efectuaba el seguimiento de estas unidades rusas en estrecha coordinación con unidades de la Fuerza Naval Permanente Numero 2 de la OTAN y de la Marina portuguesa -detallan desde el EMAD-. Se ha tratado de asegurar la continuidad de la vigilancia en su tránsito desde el Mediterráneo Oriental hasta su destino final en los puertos rusos del norte, mostrando el pabellón nacional y la estrecha coordinación de las naciones aliadas de la OTAN en el escenario estratégico actual provocado por la guerra de Ucrania".
Posteriormente, tras la salida de la agrupación naval rusa de la zona económica exclusiva (ZEE) de Portugal, el patrullero de altura Serviola se encargaba de continuar con la monitorización de los buques rusos dando relevo a la fragata portuguesa Corte Real para continuar su seguimiento y vigilancia por el mar Cantábrico hasta su salida de aguas de interés nacional.
Otros casos recientes
Este seguimiento recuerda a otros episodios similares que se han dado recientemente en aguas de interés nacional. El pasado mes de marzo, el patrullero de altura Centinela, de la Armada española, realizó un seguimiento y monitorización de dos buques rusos, la fragata Admiral Kasatonov y el buque cisterna Akademik Pashin. Y en enero, el patrullero de altura Serviola y la fragata Méndez Núñez escoltaron a la fragata rusa 417 Admiral Gorshkov a su paso por aguas de interés nacional, próximas a España.
Estas operaciones de seguimiento y monitorización forman parte de las misiones de vigilancia permanente que la Armada mantiene en aguas de interés o de soberanía nacional, con el objetivo de salvaguardar la seguridad en este espacio. Tras el estallido de la guerra de Ucrania se ha redoblado el control sobre los buques militares de origen ruso.