Unas 5.000 personas, según los sindicatos, y 1.500, según la Policía, han participado este martes en Cádiz en la manifestación de apoyo a la huelga indefinida de los trabajadores del metal de la provincia, que ha acabado en graves disturbios cuando una parte de la protesta se ha escindido del recorrido oficial para intentar cortar el puente José León de Carranza. El alcalde de la ciudad, José María González, ha afirmado sentirse "impresionado de la brutalidad y la desproporción de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con los antidisturbios" en la jornada de este martes.
Una persona ha sido detenida en los enfrentamientos, en los que la Policía ha usado gases lacrimógenos y balas de goma para impedir que esta parte de la manifestación cortara el puente, considerado una infraestructura crítica para el funcionamiento de la ciudad pues es una de las tres únicas vías de acceso por carretera a la capital gaditana.
Los enfrentamientos se han iniciado después de que la parte delantera de la manifestación, convocada por los sindicatos UGT y CCOO, tomara una vía a la izquierda para seguir el recorrido oficial hasta la sede de la Federación de Empresarios del Metal de Cádiz (FEMCA).
Fue entonces cuando la parte trasera, en la que iban jóvenes convocados por el Sindicato de Estudiantes, que hoy había llamado a una huelga general en la enseñanza, y miembros de otros colectivos, como la Coordinadora del Metal, han seguido el recorrido por la avenida de Andalucía.
Megáfono en mano, las personas que estaban al frente de esta sección, han detenido la marcha, para dirigirse a los manifestantes y preguntarles: "¿Dónde queréis ir? ¿Queréis ir al puente?, pues vamos al puente".
Las personas que arengaban a esta parte de la protesta han pedido a los manifestantes que fueran brazos en alto hacia el cordón de policías antidisturbios, que ha ido retrasando su posición en la vía casi hasta la salida de Cádiz hacia el puente José León de Carranza.
En ese punto la Policía ha decidido intervenir para evitar el avance de la manifestación hasta el puente y ha lanzado disparos de goma y gases lacrimógenos, tras lo que los manifestantes les han arrojado piedras, botellas de cristal y otros objetos.
Los enfrentamientos entre la Policía y estos grupos se han desperdigado después por las calles y barriadas aledañas y han concluido sobre las 13.30, antes de la hora de salida de los colegios. No hay constancia de que los enfrentamientos hayan causado heridos graves, según la Subdelegación del Gobierno.
Dimisión delegado del Gobierno
Nada más acabar los disturbios, en los que se han derribado numerosos contenedores de basuras por las calles, el alcalde de la ciudad, José María González, Kichi, ha colgado en su cuenta de Twitter unas declaraciones en las que pide la dimisión del subdelegado del Gobierno, José Pacheco, y exige responsabilidades al Ministerio del Interior.
"Por segundo día se repite una actuación de represión absolutamente desproporcionada e intolerable", ha comentado en la red social refiriéndose a la actuación de la Policía antidisturbios. Mientras los ánimos se encienden en la Bahía de Cádiz a cuenta de esta huelga indefinida, que hoy cumple su octava jornada, el conflicto laboral se enroca, después de que anoche fracasara una tercera reunión de negociación entre la patronal y los sindicatos.
El secretario provincial de Industria de UGT, Antonio Montoro, ha explicado al inicio de la manifestación que mañana, cuando la negociación se reanude, su sindicato llevará a los empresarios una propuesta, la pondrá encima de la mesa y se irá.
"Cuando tengan la capacidad de firmarla, que nos llamen", ha afirmado, dando por sentado que hasta entonces los trabajadores continuarán con su huelga indefinida para que sus salarios se actualicen según el IPC interanual desde enero de 2021.
Montoro ha advertido de que la patronal no va a conseguir "desgastarlos" ni amedrentarlos con "amenazas" que sufren "desde hace muchos años". El sindicalista ha tachado de "vergüenza" que un partido de izquierda "meta los tanques en una población" en las protestas por la huelga del metal ocurridas este martes en Cádiz, en referencia a la polémica presencia de una tanqueta de la Policía Antidisturbios, que de momento solo se ha visto cuando retiraba contenedores derribados en algunas vías.
Han participado en la manifestación la secretaria general de UGT en Andalucía, Carmen Castilla, quien ha urgido a la patronal a dejar "la cerrazón" porque "tiene la pelota en su tejado", mientras que su homóloga de CCOO, Nuria López, ha criticado la "avaricia empresarial": "Ya está bien de esconderse en la trinchera de la reforma laboral" y "salir corriendo" sin pagar los incrementos salariales que corresponde a unos trabajadores con sueldos "precarios".
"Menos tanquetas y más planes industriales para esta provincia" que tiene "un 25 % de paro y un 100 % de cabreo", ha apostillado. El alcalde de Cádiz, también en la marcha, ha contado que los sindicatos del metal de Cádiz han pedido en una carta a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que venga a conocer "de primera mano" la situación de precariedad de los trabajadores del metal de Cádiz.
"Es necesario que el gobierno tome cartas en el asunto, porque son los propietarios de una empresa como Navantia", una de las principales empresas para la que trabajan como industrias auxiliares los obreros en huelga, según él.