Las enmiendas a la totalidad de la reforma de la ley de cajas que esta mañana han sido rechazadas provienen de UPyD, IU, el BNG, Amaiur y Esquerra Republicana. Solo dos grupos, el partido de Rosa Díez y CiU, se han centrado en uno de los aspectos más polémicos de la ley, el que limita a un máximo de un año la posibilidad de que un presidente de banco compatibilice su cargo con la presidencia de las fundaciones procedentes de las antiguas cajas. Este asunto es del máximo interés para Isidro Fainé, presidente de CaixaBank.
En opinión del diputado de UPyD Álvaro Anchuelo, es asombroso que “un país con 47 millones de habitantes siga tan condicionado por las personas que tienen tanto poder y no están dispuestas a ceder ni un ápice en su pretensión de estar al mismo tiempo en un sitio y en el otro”. El partido de Rosa Díez presentará una enmienda parcial para evitar que Fainé pueda simultanear ambos cargos en el banco y en la fundación “ya que el Gobierno no puede actuar arrastras y resignarse solo a tomar las medidas imprescindibles a que obliga la troika en esta reforma, sin molestar a determinadas personas”.
En el otro extremo del debate sobre este aspecto de la reforma se ha situado el portavoz económico de CiU, Josep Sánchez Llibre. “Hay que premiar a las personas relevantes en la reforma del sistema financiero que han jugado un importante papel y han ayudado a que los resultados sean favorables. Hay que dar un periodo transitorio razonable para que estas personas puedan acabar de reestructurar el sistema financiero”, ha sentenciado