Desde el pasado fin de semana hay, de momento, sesenta cadáveres de inmigrantes subsaharianos en aguas españolas de las islas Canarias llegados de forma irregular desde Mauritania. Y las embarcaciones siguen saliendo de la costa occidental africana. Comienza el mes de octubre, que es el periodo hasta finales de enero de 'temporada alta' para las mafias africanas. Las autoridades senegalesas y mauritanas están desbordadas, pese al asesoramiento formativo y técnico de la Policía Nacional y Guardia Civil.
Canarias lleva desde agosto de 2023 en situación de emergencia social por la llegada de cayucos y cuando su Gobierno regional pide respaldo, lo que aparece es dinero de la UE para atender el problema pero para resolverlo.
El dispositivo de trabajo para resolver la crisis de 60 fallecidos el pasado fin de semana no ha evitado en las islas una percepción de abandono por ausencia de palabras de respaldo llegadas desde Madrid y Bruselas. Los agentes de Guardia Civil, Salvamento Marítimo y Ejército del Aire y el Espacio trabajan cada día desde las ocho de la mañana hasta las 20 horas a la espera de que el mar devuelva los cuerpos. Pero detalles desde el Gobierno central, cero. "Ni una llamada ni un mensaje del presidente del Gobierno", lamenta un dirigente del Gobierno insular.
A la espera de que emerjan más cuerpos
Los equipos de emergencias no esperan recuperar más cuerpos de las personas que cayeron el sábado hasta dentro de dos o tres días, cuando salgan a flote. Las labores de rescate se han desplazado hacia el este de El Hierro, a favor de las corrientes marítimas, con el fin de poder localizar a las 54 personas que están desaparecidas.
Hasta el obispo de Canarias, José Mazuelos, ha denunciado "ataque de abandono de Europa y del Gobierno central" a Canarias por la crisis migratoria y ha resaltado que este es uno de los motivos por los que el el Papa Francisco quiera a las islas en muestra de apoyo. "Me encanta que el Papa Francisco haya manifestado que quiere venir a Canarias para acompañar al pueblo y al Gobierno canario, que ha sido abandonado por Europa y el Gobierno central tantas veces", ha sentenciado el jefe de la Iglesia en Las Palmas.
Mazuelos, el pasado fin de semana, en una homilía en la catedral de Santa Ana, también ha soltado su mensaje evangelizador desde Las Palmas: "Los cristianos debemos mantener las puertas abiertas", ha dicho.
La crisis paralela de los menas
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, de Coalición Canaria (CC), que gobierna con el PP y una serie de partidos insulares, habló la última vez con Pedro Sánchez sobre el asunto migratorio en La Palma el pasado mes de agosto y, desde entonces, nada.
Las autoridades canarias intentan, sin éxito, que el Gobierno central atienda la demanda de reparto porque tiene 81 centros saturados.
Y la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila (CC), ha denunciado enérgicamente la soledad de Canarias frente a la crisis migratoria y el abandono institucional del Gobierno central, mientras la situación en las islas se agrava con cada día que pasa. "Canarias está desbordada. Nos enfrentamos a una crisis humanitaria que ha superado nuestras capacidades, mientras el Gobierno de España sigue sin tomar las medidas necesarias. Nos han dejado solos", sostiene Dávila.
Dávila recuerda "la ruta del Atlántico es una de las más mortíferas del mundo, y Canarias está pagando el precio". Según la entidad Caminando Fronteras, más de 6.000 personas perdieron la vida en 2023, entre ellas más de 700 mujeres y niños. "No podemos permitir que Canarias siga siendo el cementerio flotante del que todos hablan, pero que pocos se esfuerzan por remediar" afirma Dávila.
