Un nuevo candidato parece que aspira a suceder a Cándido Méndez en la secretaría general de UGT: se trata de José María Álvarez, secretario general de la UGT de Cataluña, que podría convertirse en el nuevo líder del sindicato en el 42 Congreso Confederal que se celebrará en abril de 2016. Méndez anunció con casi un año de anticipación su decisión de abandonar el sindicato después del desgaste que le ha supuesto el tema de los fraudes en el caso de los ERE de Andalucía.
El sindicato está inmerso en una profunda reforma que va a dejar las seis federaciones actuales en tan solo tres: Servicios Públicos, Servicios a la Ciudadanía, e Industria. Se trata de hacer la organización más ágil, menos burocrática y más moderna. UGT se enfrenta, además de a la necesidad de un cambio sindical profundo, a una importante crisis económica que el pasado invierno estuvo a punto de llevar a concurso de acreedores a varias de las uniones regionales.
El congreso supondrá el enfrentamiento de dos modelos de sindicalismo: uno más centrado en lo laboral y otro que defiende el peso de las "uniones"
Precisamente por este cambio en el sindicato todo parecía apuntar a que el veterano líder sería sustituido por Miguel Ángel Cilleros, respontable de Transportes, y que preside la federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo, con unos 200.000 afiliados. Y es que dicen los que le conocen que la fusión le ha servido para afianzarse como uno de los aspirantes a suceder a Méndez.
Pero cuando parecía que Cilleros iba a ser el único candidato, en UGT se habla de un segundo aspirante. Se trata de José María Álvarez, secretario general de UGT en Cataluña desde hace 24 años y que ha anunciado que no repetirá en el próximo congreso de Cataluña, y que por lo que parece, tendría apoyos del Metal y Servicios Públicos, e incluso desde Andalucía. Este congreso supondrá el enfrentamiento de dos modelos de sindicalismo: uno más centrado en lo laboral y otro que defiende el peso que las "uniones" han tenido hasta la fecha en la organización. "Si todo marcha como se espera -decía un experto ugetista- las uniones perderán poder en este congreso y luego dependerá mucho de la actitud que tome el secretario general".
Muchos están por mantener las uniones, que son un foco más político, que reivindican constantemente mantener lo público y un modelo de sociedad más solidario. Los que apoyan a Álvarez creen que el actual secretario de UGT Cataluña cambiaría el modelo, pero respetando aún el carácter político de las uniones.