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Casa Real rectifica tras el último escándalo de Froilán: cambia la escolta por contravigilancia y geolocalización

Casa Real rectifica tras el último escándalo de Froilán: cambia la escolta por contravigilancia y geolocalización

  • Felipe Juan Froilán de Marichalar -

"Es muy difícil ser un cubre-babies". Así definían personas muy cercanas a los servicios de seguridad de Casa Real la labor de los tres escoltas que ha tenido Felipe Juan Froilán entre las dos últimas polémicas en las que se ha visto envuelto: la reyerta con navajazos a la salida de una discoteca de Madrid en Navidad, y la redada de la Policía Municipal en un 'after' con saunas, menores, y cocaína. Tras este último escándalo, Zarzuela ha decidido rectificar la decisión tomada a raíz del anterior, y ha establecido un nuevo sistema para tratar de controlar al sobrino de Felipe VI.

Según las fuentes consultadas por Vozpópuli, Froilán cuenta ahora con una "contravigilancia fija e intensa" y con dispositivos de "geolocalización permanente", para tratar de tener totalmente registrados sus movimientos. Una tarea que, no obstante, se antoja "casi imposible" por "su propio comportamiento".

Tal y como informó este diario después de la reyerta navideña, hasta entonces el cuarto en la línea de sucesión al trono contaba con un equipo de contravigilancia, integrado por dos agentes, que estaban pendientes del "día a día" del joven. Además, si se producían desplazamientos dentro de España confirmados al Ministerio del Interior, se podía recurrir también a ese servicio de contravigilancia que ofrecen grupos de escoltas provinciales de la Policía Nacional.

Ahora, sin embargo, el sobrino de Felipe VI contará con un equipo que "cumple casi todas las funciones de los escoltas, pero sin serlo". En otras palabras, "se trata de agentes que le seguirán a todas partes, pero que no realizan, por ejemplo, el servicio de desplazamiento".

En todo caso, si Froilán así lo solicita, puede llamar al  teléfono del "órgano de coordinación" del que disponen Zarzuela y el Ministerio del Interior para, entre otras cosas, "tener un coche donde precise". Un recurso que tenía antes de la reyerta en la calle Goya en Navidad y que vuelve a estar a su disposición en esta nueva "contravigilancia intensa".

Geolocalización por móvil o reloj

Más allá de ese equipo "permanente" de agentes, Froilán cuenta también con dispositivos de geolocalización, "en forma de teléfono móvil o de reloj" para que los servicios de seguridad sepan siempre dónde está. Una prestación cuya eficacia, advierten las fuentes consultadas, depende de la "colaboración" de la personalidad a proteger.

Así, "si el chico, que sabe qué aparatos tienen ese sistema de geolocalización, no se lleva el móvil o el reloj cuando sale de su casa, ese sistema no sirve para nada".

El control de sus movimientos, en ese caso, dependería únicamente de los agentes de contravigilancia, cuya actuación, en todo caso, "tiene más limitaciones que los escoltas oficiales".

"Escoltas sin cuadrante"

Las fuentes consultadas hablan de "escoltas oficiales" porque admiten que, en realidad, "Froilán va a seguir disponiendo de escoltas, pero sin que figuren en el cuadrante oficial". Un cuadrante que, tras la información publicada por Vozpópuli ayer, quedó "vacío".

Froilán va a seguir disponiendo de escoltas, pero sin que figuren en el cuadrante oficial

El objetivo de Zarzuela, tal y como ha contado este periódico, es tener "protegido y vigilado" a Froilán hasta que acepte pasar una "buena temporada" en Abu Dabi, con su abuelo, o en cualquier otra ciudad del Golfo Pérsico. Ahora, eso sí, se opta por una "contravigilancia intensa y fija", y no por una "escolta oficial" para evitar que los escándalos del sobrino de Felipe VI salpiquen a la Familia Real.

En ese sentido, los escoltas contactados por este medio explican que "el hecho de que un escolta, puesto ahí por Casa Real, esté esperando a que Froilán acabe lo que esté haciendo en un local como el 'after' de la redada, afecta de forma directa a la institución". El hijo de la infanta Elena, eso sí, puede solicitar la presencia de escoltas a través del ya citado teléfono del órgano de coordinación, pero "ya no se trata de un equipo fijo".

El hecho de que un escolta, puesto ahí por Casa Real, esté esperando a que Froilán acabe lo que esté haciendo en un local como el 'after' de la redada, afecta de forma directa a la institución

De esta forma, Zarzuela quiere marcar distancias con los previsibles nuevos escándalos del cuarto en la línea de sucesión, que seguirá siendo 'vigilado' pero ya "sin escoltas en el cuadrante". Un cambio más "estético" que "efectivo", y que no soluciona el principal problema de Casa Real con Froilán: "Es totalmente incontrolable".

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