El juez que investiga el caso Neurona sobre la financiación de Podemos en la campaña electoral de 2019 estrecha el cerco sobre Juan Carlos Monedero. El juez Juan José Escalonilla ha citado a declarar a Eric Alfredo Guerrero Márquez, conocido con el apodo de El Colibrí, por ser el colaborador más estrecho del profesor de la Universidad Complutense. Es el paso previo a pedir a Monedero que explique su papel en la polémica operación.
El exfundador de Podemos fue quien trajo a España la consultora Neurona, que Podemos contrató entregándole más de 400.000 euros por trabajos (vídeos y eslóganes de campaña) que el juez considera sospechosos. Guerrero acudirá como testigo y con la obligación de decir la verdad, lo que genera cierta preocupación en el partido morado.
A Guerrero se le conoce sobre todo por su apodo de El Colibrí, además que por su cercanía con Monedero. Fuentes de Podemos explican que el mexicano es como "la sombra de Monedero". Lleva años de mano derecha del profesor y politólogo, y el juez Escalonilla quiere aclarar si fue él quien redactó el contrato de la consultora Neurona.
El juez ha llegado a esa conclusión después de que la exabogada de Podemos, Mónica Carmona, revelase en un escrito enviado el pasado 21 de enero que en los metadatos del archivo del contrato con Neurona aparece la firma de Guerrero. La abogada añade que también otro contrato, firmado con la consultora portuguesa ABD Europa, fue presuntamente redactado por El Colibrí. En cuanto a Guerrero, Carmona explica en su escrito la relación personal que tenía con Monedero. "Le identificamos como un empleado de Podemos amigo del señor Juan Carlos Monedero", explica la letrada.
Las dudas del 'Colibrí'
Ese convenio entre Neurona y Podemos fue polémico desde varios puntos de vista. En primer lugar porque, como adelantó este diario, la fecha no coincidía con la puesta en marcha de la coalición de Unidas Podemos. Es decir, que se redactó antes de que arrancara la campaña electoral. Desde IU, en efecto, llegaron las primeras críticas internas por una operación que el Tribunal de Cuentas investigó antes de que llegara a los juzgados.
Guerrero, según varias fuentes de Podemos, tampoco vio clara la operación Neurona. El asistente de Monedero temía que el juez le involucrara en el asunto, cuya autoría intelectual corresponde a Monedero y Juanma del Olmo, el exjefe de campaña de Podemos y hombre fuerte del gabinete de Pablo Iglesias.
El asistente de Monedero tiene una relación muy estrecha con el profesor desde hace muchos años. Llegó a España para unas colaboraciones en la Universidad y se quedó más tiempo gracias a que Monedero pudo regularizar su estancia en el país. A partir de ese momento, El Colibrí --apodado así por el color original de sus camisas-- fue uña y carne con Monedero, quien, por otro lado, no aparece en el listado del juez Escalonilla a pesar de estar su nombre en los papeles de la consultora.
Un "negocio personal"
Durante la firma del contrato de Neurona, Guerrero llegó incluso a hablar de “chapuza” por la manera en la que se llevó a cabo, según explican fuentes de Podemos a este diario. A la vez, él y otros miembros del partido creen que se selló el contrato con la consultora mexicana vinculada a Monedero como parte de un “negocio personal" de algunos dirigentes de la cúpula.
Aunque forma parte del círculo más estrecho de Monedero, Guerrero no tiene una relación directa con Neurona. "Es muy amigo suyo", sostienen las fuentes consultadas, refiriéndose a Monedero. También apuntan a Orencio Osuna como otro miembro de ese entorno. El juez de momento ha citado solo al representante legal de la empresa Yugen Media S.L.
Tanto el Tribunal de Cuentas como el juzgado número 42 de Madrid investigan si las facturas emitidas por Podemos con los pagos a Neurona correspondían a trabajos reales. La sospecha es que el partido de Iglesias firmó albaranes inflados para recuperar el dinero a través de las subvenciones públicas que iban a recibir después de las elecciones de abril y mayo de 2019. Este diario ha podido hablar con personas empleadas del partido que trabajaron en los vídeos que Podemos ha enviado al juez para justificar el pago a Neurona.
El caso explotó tras la denuncia de dos abogados del partido morado, que afirman que estaban investigando ese contrato y otras operaciones dudosas cuando fueron expulsados de Podemos. El partido de Iglesias y Neurona resultan ahora imputados por malversación de fondos y administración desleal.
Podemos temía que el juez empezara a escuchar a más testigos y citar a miembros del equipo de redes Podemos o personas cercanas a Monedero. Los asesores legales de Iglesias saben que, a diferencia de los imputados, los testigos tienen prohibido mentir. Y algunos aseguran que muchos de ellos no tienen la intención de verse salpicados por un asunto que consideraron una equivocación desde el principio.