Carlos García lleva semanas recorriendo ingentes cantidades de kilómetros para ayudar en la investigación en torno a la muerte de Ángel y Fernando, los dos primos menores cuyos cadáveres fueron localizados en el vertedero de Toledo. En una conversación con Vozpópuli remarca que su trabajo es colaborar con la investigación que se encuentra bajo secreto de sumario.
Carlos García Barrett es uno de los pilares que trabaja para las familias de Ángel y Fernando. Lo hace de forma desinteresada. Este detective privado parte de un equipo de profesionales que cuenta con otroa nombres ilustres como el del forense Francisco Etxeberria y el abogado Marcos García Montes. "Vamos a hacer todo lo posible para que se esclarezca la verdad", remarca en una entrevista.
Se investiga si los primos llegaron al piso de Toledo
El trabajo de este detective privado consiste en cotejar los datos que recibe la familia y dar sentido al caso. Contrastar la información. "Hay indicios que nos llevan a ir cerrando un puzzle e ir descartando hipótesis y escenarios", añade.
La principal hipótesis sobre la que trabajan es que detrás de la muerte de los primos podría haber un ajuste de cuentas por temas familiares, presumen los allegados de los primos. Desde el entorno de los fallecidos se investiga si hay testigos que constatan que los dos menores llegaron a estar en el piso okupa donde vivía Lucía, la expareja del mayor de ellos.
Los dos primos llegaron a Toledo sin sus teléfonos móviles. Se dejaron sus dispositivos en casa de una forma supuestamten intencionada a requerimiento de la persona con la que habían quedado. "Es solo aplicar la lógica. Habían ido más veces y siempre al mismo lugar", detalla la familia.
Lucía podría tener más información
La exnovia de Fernando ha declarado hasta cuatro veces ante los investigadores de la Policía Nacional. Los agentes han registrado en dos ocasiones la casa okupa. Este inmueble fue pintado y limpiado con lejía antes de ser abandonado. La Policía Científica estuvo en el lugar recogiendo pruebas.
Esta joven, que es menor de edad, afirma que llevaba cinco o seis meses sin ver a Fernando. Los agentes de la Policía Nacional trabajan para corroborar esta versión. Esta familia se marchó de su casa pero los investigadores saben su paradero y están colaborando con las diligencias.
Una segunda autopsia en el aire
Carlos García advierte que en este caso existe mucha "desinformación" y que se esté incriminando a personas que posiblemente no sean culpables. El detective tampoco descarta que finalmente la causa de la muerte de los primos sea un accidente fortuito o un homicidio involuntario.
En ese caso, los familiares de los jóvenes podrían seguir peleando por la petición de una segunda autopsia que podría dar más datos de la investigación. Esta diligencia aún está siendo pensada por los allegados de Fernando y Ángel que parece que no lo tienen claro.
La Policía Nacional mantiene todas las hipótesis abiertas en torno a la desaparición y posterior muerte de los dos primos, Ángel y Fernando, en el vertedero de Toledo. Por el momento, no hay indicios de criminalidad pero los agentes apuran todas las pesquisas.
Perdieron el bus de vuelta a Madrid
Este lunes, la familia de Ángel recibió la confirmación de la peor de las noticias ya que la prueba de ADN ratificaron que los restos hallaron en el vertedero de Toledo pertenecían al menor de 11 años. Los agentes ya habían advertido a las familias de que el pie pertenecía a un niño y el pantalón correspondía con la talla y el modelo que portaba en el momento de su desaparición.
Las indagaciones de los agentes han permitido aclarar que la última imagen de los menores fue en la estación de autobuses donde perdieron el transporte de vuelta a Madrid. Antes hay un video de los dos primos entrando en un hotel donde salieron poco tiempo después. Se desconoce el motivo por el que los jóvenes acudieron a este establecimiento ya que al ser menores no podían haber pedido alojamiento. Tampoco se tiene constancia de que ambos fueran grabados en un centro comercial.