La Plataforma per la Llengua, también autodenominada como la 'ONG del catalán', vuelve a intervenir en el sistema educativo de Cataluña. La misma organización que realizó los polémicos estudios lingüísticos basados en el espionaje a los alumnos durante el recreo quiere ahora que los universitarios delaten a los profesores que impartan clase en castellano habiendo anunciando previamente que lo harían en catalán.
Con el lema La universitat, en català!, la citada entidad, junto con la Federación Nacional de Estudiantes de Cataluña (FNEC) y el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC), ha lanzado una campaña para que los alumnos puedan denunciar a través de una web los casos en los que crean que no se están respetando sus derechos como catalanoparlantes. Y distribuyen la información en los campus de las universidades públicas. En la de Barcelona han desplegado una enorme pancarta dando a conocer su iniciativa, lo que ha llevando a los jóvenes de la plataforma constitucionalista S´ha acabat! a presentar una queja ante el rector de la institución.
Las organizaciones promotoras de la campaña que pretende fiscalizar a los docentes que se pasen al castellano durante las clases sostienen que "se ha detectado un aumento constante de las denuncias presentadas por discriminación lingüística en las universidades de territorios de habla catalana". Su idea es hacer un seguimiento de los casos denunciados y publicar un informe de resultados cada cuatro meses.
Los rectores, contra la regresión del catalán
Paralelamente, la hoja de ruta de la ACUP -asociación que agrupa a los rectores de los ocho centros universitarios públicos de Cataluña- recoge el mismo argumentario y por el que se comprometen a "detener la regresión que sufre la lengua catalana en la docencia y la investigación universitarias".
En su hoja de ruta, los rectores catalanes piden garantizar que se utiliza efectivamente la lengua prevista en el plan o guía docente de cada asignatura y garantizar el catalán como lengua vehicular en las universidades. "Nos fijamos como meta a alcanzar un mínimo del 80% en catalán de la docencia de cada grado, posgrado y máster", señalan en el escrito.
En el caso de los estudios de posgrado, máster y doctorado que se ofrecen en castellano o inglés, instruyen, hay que fijar los mecanismos para que las personas que cursen estos estudios tengan también conocimientos tanto de catalán como sobre el catalán.
La campaña de la Plataforma per la Llengua -que recibe subvenciones públicas- como las aspiraciones de la ACUP han despertado un gran malestar entre los profesores y alumnos que defienden la neutralidad
Tanto la campaña de la Plataforma per la Llengua -que recibe importantes subvenciones públicas- como las aspiraciones de la ACUP han despertado un enorme revuelo entre los profesores constitucionalistas. Muchos de ellos tratan de ampararse en el Artículo 35 del Estatuto de Autonomía de Cataluña, el relativo a los derechos lingüísticos en el ámbito de la enseñanza.
Entre otros aspectos, el texto indica que la enseñanza del catalán y el castellano debe tener una presencia adecuada en los planes de estudio y que el profesorado y el alumnado de los centros universitarios tienen derecho a expresarse, oralmente y por escrito, en la lengua oficial que elijan.
Una entidad externa a la Universidad
"Nos parece inaudito que los rectores no combatan con contundencia este tipo de injerencias en la autonomía universitaria. ¿Qué es eso de que una entidad externa con un sesgo ideológico tan evidente como la 'ONG del Catalán' trate de fiscalizar la lengua que se habla en las aulas y encima haga su campaña dentro de los campus para tratar de movilizar a los estudiantes más radicales?", se preguntan desde Universitaris per la Convivència.
Esta plataforma está formada por profesores que aseguran defender la neutralidad política de las universidades y la convivencia lingüística. "En cada facultad ya hay docentes encargados de supervisar que se respeten, como no puede ser de otro modo, las previsiones de las guías docentes. No obstante, estas previsiones pueden requerir algunos cambios, debidos a circunstancias sobrevenidas que ha de valorar alguien que conoce a fondo todas las aristas del caso concreto", explica a Vozpópuli la profesora Isabel Fernández, portavoz de la entidad.
A la vez, dice, resulta muy llamativa esta especie de sacralización de la guía docente por parte de quienes, cuando se produjo la sentencia del procés, tanto presionaron para que se alterase el sistema de evaluación para poder movilizarse en las calles. "Lo lamentable es que, antes y ahora, los rectores ceden ante presiones ideológicas que son claramente contrarias a los fines de la Universidad", comenta.
"Quería preguntar si puedo denunciarme a mí mismo. Anuncio las clases en castellano pero, si se dirigen a mí en catalán, respondo en catalán. Más de la mitad de las asignaturas de grado están en catalán. Creáis problemas donde no los hay y hacéis un flaco favor al catalán", ironiza Álvaro Choi, profesor de Economía de la UB.