Sube la tensión a cuenta de los problemas lingüísticos. A la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de este miércoles que indica que los alumnos de una clase deberán ser escolarizados todos en castellano cuando uno solo de ellos lo pida (hasta ahora se obligaba a la Generalitat a ofrecerle una educación personalizada) y el anuncio del gobierno catalán de que no la cumplirá por considerar que el modelo de inmersión lingüística es correcto, se suma ahora un suceso inédito hasta ahora: la expulsión de un diputado de Esquerra Republicana de Catalunya de la tribuna del Congreso de los Diputados por hablar en catalán, algo que no está permitido por el reglamento de la Cámara Baja, que sólo permite expresarse en castellano/español.
El diputado expulsado ha sido el díscolo Joan Tardà, quien ya ha protagonizado algún incidente al respecto en esa misma tribuna pero que hasta ahora nunca había sido expulsado. El presidente del Congreso, Jesús Posada, le ha recordado que por un artículo del reglamento del Congreso podía ser expulsado si seguía hablando en catalán. Tardà ha continuado hablando en catalán y ha sido expulsado. Algo más de una hora después, cuando era su turno de subir a la tribuna el también diputado de ERC Alfred Bosch ha realizado la misma acción: hablar en catalán hasta ser expulsado de la tribuna de oradores.
El argumento de Joan Tardà era que si un solo alumno que quiere hablar en español debe hacer que todos los alumnos de la clase hablen en español, entonces él podía hablar en catalán y hacer que todos hablaran en catalán también. A la tercera vez que ha sido advertido por Posada, éste le ha conminado a abandonar la tribuna.
