Susana Díaz prepara su reaparición pública después de haber dedicado todo el mes de agosto a su retoño y quiere hacerlo con campanillas poniendo pie en la campaña catalana, primera parada obligada hasta las generales de diciembre. La presidenta andaluza se propone hacer valer en este proceso electoral la fuerza de su federación y ya ha trasladado a Ferraz su interés en participar en un proceso en el que observa muchos riesgos, entre ellos que su partido concurra a las legislativas con un mensaje desdibujado y ambiguo respecto a la afrenta soberanista. A última hora de la tarde del miércoles, reculó y el propio PSC comunicaba en un tweet que la próxima semana hará pública su agenda de campaña y que en ella cuenta con la presidenta andaluza.
La presidenta andaluza no admite frivolidades y exige al PSOE una actitud clara y sin ambigüedades en la campaña catalana
Según relatan algunos diputados andaluces, razones para el recelo no le faltan a su jefa de filas. Durante las últimas semanas, algunas federaciones socialistas, la valenciana y la balear entre otras, han hecho algunos guiños de complicidad al sector más nacionalista del PSC en su interés en formar un frente común que resuelva los problemas de financiación y, al mismo tiempo, presione a favor de una ambiciosa reforma constitucional que profundice en la estructura federal del Estado. Ni Susana Díaz ni sus colaboradores han visto con buenos ojos desde su cómoda barrera los recientes encuentros mantenidos por el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, con el presidente valenciano, Ximo Puig, ni tampoco el de este último con la jefa del Gobierno balear, Francina Armengol, pues en ellos se ha dado cierta relevancia a la propuesta del consejero valenciano de Justicia, Germà Gordó, de incluir a su comunidad como parte de la “nación catalana”, sin responder con la firmeza que los socialistas andaluces exigen a las frivolidades de los que reclaman el nacimiento de los Països Catalans.
Ferraz aún no ha dicho la última palabra
Susana Díaz, según estas fuentes, propone que el PSOE encare las elecciones catalanas del día 27 con una actitud clara que no admita ambigüedades, al menos tan nítida como la expresada recientemente por Felipe González en la carta donde alerta del peligro que encierra dividir a Cataluña, separarla del resto de España, aislarla de Europa y enterrar sus vínculos con América Latina. Según los socialistas andaluces, sería “un gravísimo error” concurrir a los comicios catalanes con una propuesta federal que se quede en terreno de nadie y pueda ser interpretada por un sector del electorado como una señal de condescendencia con quienes buscan, a las claras, la independencia de Cataluña.
Fuentes del PSC aclaran que todavía no está cerrada la agenda de actos de la campaña y que Ferraz aún no ha dicho la última palabra sobre la presencia que en ella puede llegar a tener la presidenta andaluza, pero que con la presencia en ella de Felipe González, ya confirmada, sería más que suficiente para proyectar la posición del conjunto del socialismo frente al desafío secesionista, “sin necesidad de movilizar al enemigo con rancias proclamas españolistas”. A lo único que contribuiría la presencia de Susana Díaz en esta campaña es, a juicio del PSC, a restarle votos y a debilitar la figura de Miquel Iceta, adscrita a la escuela de Alfredo Pérez Rubalcaba, una de las cabezas mejor amuebladas y eficientes para equilibrar las diferentes sensibilidades que conviven en las filas del socialismo catalán.
El PSC teme que la huella de Susana Díaz en Cataluña solo sirva para movilizar más al independentismo
La presidenta andaluza no lo da todo por perdido, no renuncia a dejar su impronta en el recorrido hacia el 27-S y va a enfatizar que lo que se juega su partido en Cataluña dentro de pocas semanas es también el resultado de las próximas elecciones generales, en las que Andalucía será, sin duda, otro territorio clave. Esto es algo que también está teniendo muy en cuenta Pedro Sánchez, de gira por Perú y Chile, dispuesto a recabar en esta comunidad los apoyos orgánicos que Susana Díaz le ha ido minando desde su acceso a la secretaria general del PSOE.
Si por algo se ha distinguido hasta ahora Díaz en sus reiteradas alusiones al problema catalán es por acentuar los errores cometidos por el PSOE en este proceso, desde el momento en que el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero se comprometió en el Congreso de los Diputados a admitir cualquier texto que le llegara del Parlamento autonómico sobre la reforma estatutaria. Díaz también le ha reprochado a los socialistas catalanes haber tardado demasiado tiempo en desmontar la "trampa" del llamado derecho a decidir y nunca ha perdido ocasión de dejar su huella en uno de los debates, el del soberanismo en Cataluña, que más ha fragmentado en los últimos años a su partido. “Hay que defender la unidad de España y hacer un PSOE reconocible”, ha insistido hasta la saciedad en público y en privado.
Fuentes oficiales del socialismo andaluz informan que Susana Díaz ha recibido una invitación del PSC para participar en la campaña y que piensa aceptarla en cuanto regrese a la actividad pública. Ayer tarde, el propio PSC comunicaba en un tweet que la próxima semana hará pública su agenda de campaña y que en ella cuenta con la presidenta andaluza.