España

Así defendía una "República Catalana" el candidato trotskista de Podemos al 27-S

José Luis Franco Rabell, ahora 'Lluís Rabell', tiene escritos donde promovía la libre unión de los "Països Catalans" y arremetía contra el "centralismo español". Fue un destacado miembro del Partido Obrero Revolucionario (POR) antes de sumarse a 'Revolta Global', la rama catalana de la antigua Izquierda Anticapitalista.  

  • Pablo Iglesias, y el cabeza de lista de 'Cataluña Sí se puede', Lluís Rabell.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha evitado alienarse con los secesionistas en Cataluña y se ha mostrado favorable a que esta comunidad continúe formando parte de España. "Como español soy partidario de que sigamos construyendo juntos", ha llegado a sentenciar el eurodiputado. Su reivindicación no ha ido más allá de reclamar el derecho a decidir para los catalanes, pero siempre dentro de un "proceso constituyente". Esta postura le permite a Podemos atraer el voto socialdemócrata en Cataluña, el de quienes que no terminan de ver futuro en la apuesta separatista del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y socios de ERC.

Sin embargo, estas reservas exhibidas de puertas hacia fuera se diluyen con sólo descender a las tesis ideológicas que el candidato de Podemos al 27-S, Lluís Rabell (antes José Luis Franco Rabell), ha defendido años atrás. Este intérprete y empresario tuvo tiempo para el pensamiento político y la militancia mientras administraba una firma de mármoles y granitos, Talleres Franco SL, entidad disuelta en 2010 por deudas que alcanzaron los 200.000 euros, tal y como ha desvelado Vozpópuli. Ese activismo le llevó a sumarse a Revolta Global, la rama catalana de la antigua Izquierda Anticapitalista, movimiento de tendencia trotskista integrado hoy en Podemos. Para esta organización escribió diversos artículos donde dejaba clara su postura a la hora de abordar el soberanismo catalán desde la "izquierda transformadora".

Rabell quiere que Cataluña se convierta en una "federación ibérica de libre adhesión"

En uno de ellos, titulado Crisis, izquierda y cuestión nacional, publicado en la revista Viento Sur en enero de 2009, Rabell subraya que "desde Revolta Global defendemos sin ambigüedad la perspectiva de una República Catalana". "La realidad nacional del país", escribe en alusión a Cataluña, y "lo prolongado de la injusticia a que se ha visto sometido hacen insoslayable una salida basada en el pleno ejercicio de la soberanía democrática", enfatiza el hoy cabeza de cartel de 'Cataluña Sí se puede' (Podemos, ICV-EUiA y Equo).

A continuación, Rabell intenta diferenciarse de las tradicionales fuerzas separatistas, pero sugiere que, llegado el caso, estaría dispuesto a aceptar la secesión de Cataluña. "Cabe decir -señala el traductor en dicho artículo- que ni somos independentistas, ni estigmatizamos o nos asusta la opción de la independencia". Una reflexión que invita a pensar en la actitud condescendiente que adoptaría Podemos respecto a la alianza CDC y ERC si el presidente de la Generalitat sigue adelante con sus planes de ruptura tras las elecciones plebiscitarias del 27-S.

En realidad, el principal objetivo estratégico de Revolta Global pasaba entonces -y puede decirse que también hoy- por "una federación ibérica de libre adhesión y una Europa de los pueblos, capaz de conjugar el pleno desarrollo de sus potencialidades culturales y nacionales con la cooperación, la solidaridad y el progreso colectivo", expone el empresario.

"Hacia una civilización superior"

Asimismo, en el citado artículo, Rabell apuesta por una "libre unión de los Països Catalans", basada en "estrategias de desarrollo de la diversidad" y en una "eclosión de las potencialidades de todas las lenguas y culturas" para avanzar "hacia una civilización superior". No obstante, el traductor precisa aquí, en otro intento por distinguirse, que su perspectiva de "Països Catalans" no está motivada "por la evocación exaltada de gestas medievales, o por connivencia con pretensiones hegemónicas del nacionalismo catalán".

Profundizando en su visión de los "Països Catalans", Rabell aprovecha también para cargar contra el "centralismo español", del que afirma que "durante años y con habilidad y constancia", a su juicio, "ha alimentado todo tipo de suspicacias y resentimientos entre las comunidades valenciana y balear hacia Catalunya". El empresario atribuye aquí al Estado una obsesión por "impedir un acercamiento que pudiera propiciar la temida eclosión de una potente construcción nacional".

El candidato de 'Cataluña Sí se puede', que presenta como cartas credenciales haber presidido la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) desde octubre de 2012 y, con anterioridad, la Asociación de Vecinos de la Izquierda del Eixample, fue también miembro destacado del Partido Obrero Revolucionario (POR). De hecho, figuró en sus listas en las elecciones generales de 1996, pero ni siquiera concurrió, pues la candidatura fue retirada antes de los comicios por la propia formación. Después, Rabell ha ido transitando por EUiA, la marca de Izquierda Unida en Cataluña, y Revolta Global-Esquerra Anticapitalista.

Muy cercano a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha avanzado igualmente que no acudirá a la Diada secesionista tras mantener conversaciones con miembros de la Assemblea Nacional Catalana, brazo civil del proceso independentista. Rabell dice que su decisión "no ha sido fácil", pero considera que el acto del viernes está "instrumentalizado" por la candidatura de 'Juntos por el Sí' (CDC y ERC). Sin embargo, a las ediciones anteriores no faltó. Además, votó Sí-Sí en la consulta por la independencia del pasado 9 de noviembre.

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