Mariano Rajoy regresa este lunes a su despacho en La Moncloa después de unas semanas de vacaciones, una de ellas en el sur, Doñana, y dos más en su tierra natal gallega. La agenda del presidente del Gobierno aparece vacía esta semana, a excepción del Consejo de Ministros que presidirá el viernes. Sin embargo, el horizonte inmediato se perfila cargado de problemas de envergadura, en el Gobierno y en el propio Partido Popular. A la vuelta de la esquina un “problemón” que ya el año pasado desbordó todas las previsiones y que este curso promete volver con renovada energía: el envite independentista catalán, que volverá a visualizarse con fuerza con motivo de su Diada o fiesta nacional catalana, prevista para el 11 de septiembre.
Los líderes políticos catalanes también han vuelto de vacaciones y se hacen notar: desde Barcelona comienzan a llegar mensajes para que el Gobierno acepte una consulta soberanista en Cataluña, lo que los partidos catalanes llaman "derecho a decidir". Este lunes ha sido el conseller de Interior de la Generalitat y presidente del Consejo Nacional de UDC, Ramon Espadaler, quien ha afirmado que su partido actuará "en consecuencia" ante una posible respuesta negativa del Gobierno central a la carta que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, envió para pedir la celebración de una consulta de autodeterminación. Unió, en teoría la formación menos independentista de la coalición CiU, muestra así que su compromiso con el proyecto de Mas es total, y que bajo ningún concepto romperán la coalición con Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).
El PP sigue tan firme en su negativa como el primer día: "No hay nada que negociar al margen de la legalidad"
Aunque el presidente del Gobierno no habla del tema y parece no darse por enterado, desde Cataluña el mensaje es firme: UDC no se quedará "con los brazos cruzados", según ha dicho Espadaler en Catalunya Ràdio, sino que colaborará activamente por la celebración de la consulta. Según informa EP, Espadaler ha asegurado que iría a la cadena humana de la Diada a favor de la independencia si no tuviera que cumplir con sus obligaciones como consejero de Interior: "Estoy rotundamente a favor de las expresiones que amparan el derecho a decidir. Iría con esta voluntad".
El PP responde sólo con la ley
Con el presidente Artur Mas en silencio, la respuesta del Partido Popular ha venido por boca de su presidenta en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, quien ha pedido a Mas que decida ya si apoyará la cadena humana por la independencia en la Diada, una cadena que pretende cruzar Cataluña de norte a sur. En una entrevista en Rac1, la líder popular ha enarbolado de nuevo la bandera de "la ley y la Constitución" para recordar que el Gobierno no va a hacer ninguna negociación política "al margen de la legalidad", en referencia a la carta de Mas pidiendo a Rajoy que permita el referéndum: "El PP no está dispuesto ni mucho menos a transferir una competencia exclusiva para que un gobierno autonómico pueda hacer un referéndum para romper España", ha dicho Camacho, quien ha mostrado que el PP y el Gobierno son inflexibles: "No hay nada que negociar".
Lo que sí hará posiblemente Camacho, según ella misma ha asegurado, es participar en la manifestación en favor de la unidad de España que la plataforma 12O Movimiento Cívico pretende organizar el próximo 11 de septiembre (miércoles) alrededor de la Sagrada Familia.