¿Qué opina de que el PSC vaya a incluir en su programa electoral el derecho a decidir?, le preguntaron ayer los periodistas a Alfredo Pérez Rubalcaba. “Eso es cosa del PSC”, respondió el líder socialista como si el asunto no fuera con él. A su lado estaba sentado Albert Soler, coordinador de los socialistas catalanes en el Congreso, y ambos acababan de participar en una reunión urgente de la dirección del Grupo Parlamentario, un gabinete de crisis en el que se abordó el enorme boquete que se le está abriendo al PSOE con el conflicto catalán, la permanente sangría que está provocando en el PSC y la habilidad política con la que juega esta partida UPyD, la formación liderada por Rosa Díez.
Rubalcaba cree que es un asunto que solo incumbe al PSC la inclusión en su programa electoral del derecho de autodeterminación
De esta reunión salió una seria advertencia del PSC a Rubalcaba: los socialistas catalanes no se volverán a prestar a una nueva “emboscada” parlamentaria de UPyD que presiona siempre al PSOE para votar junto al PP en contra del proceso soberanista. Como las mociones que defiende Rosa Díez tienen muchos matices, los socialistas encuentran dificultades para definir su territorio y, al final, optan por el brochazo gordo: votar a favor o en contra. Ayer lo hicieron a favor porque UPyD les admitió una enmienda en la que se deja en manos de los tribunales, como es lógico, actuar en el caso de que la Generalitat cometa alguna ilegalidad.
Los socialistas encuentran dificultades para definir su territorio cada vez que UPyD les tiende una emboscada sobre Cataluña
Lo que más escuece a los socialistas catalanes moderados es tener que votar en un asunto de esta envergadura junto al PP, no solo porque saben que fortalece las posiciones del ala soberanista del PSC sino también porque temen que expanda su sangría electoral. Rubalcaba habló también por teléfono con Pere Navarro y ambos improvisaron una fórmula para salir del paso: El PSOE no apoyará a partir de ahora ninguna propuesta de otro grupo relacionada con Cataluña que antes de registrarse en el Congreso no haya estado sometida a una negociación previa.
El PSOE dice ahora que no apoyará ninguna iniciativa sobre Cataluña que no haya sido previamente negociada
Gritar cada 15 días desde Madrid ¡Viva la Constitución!, argumenta Rubalcaba, no ayuda a resolver el problema catalán sino a complicarlo. El líder socialista comprende que el PSC no quiera seguir jugando con este asunto al ratón y al gato engordando el granero electoral de UPyD. “¡Cuanta culpa tenemos nosotros de haber convertido a Rosa Díez en una reina!”, exclamaba por los pasillos del Congreso la veterana ugetista Isabel López i Chamosa.
¡Cuanta culpa tenemos de haber convertido a Rosa Díez en una reina!, afirma una diputada socialista
La tenacidad con la que UPyD se está moviendo en el tratamiento político del problema catalán está desprestigiando también la fama de Rubalcaba como gran estratega. Diputados de CiU y de ERC no comprenden como en una cabeza tan bien amueblada como la del líder socialista, éste no encuentra algún resquicio para evitar que el PSOE actúe arrastras de Rosa Díez, poniendo en peligro el frágil acuerdo conseguido con el PSC para transitar sin un divorcio sonado por la senda secesionista que están trazando al alimón Artur Mas y Oriol Junqueras.
CiU y ERC desbaratan la fama de Rubalcaba como gran estratega político por su actuación sobre Cataluña
La grieta entre el PSOE y su filial catalana parece de momento contenida, pero se someterá a nuevas pruebas dentro del campo minado en el que se ha convertido el Congreso. En una iniciativa calcada de la que ya ha sido aprobada en el Parlamento catalán, el frente soberanista sacará antes de abril a votación que el Gobierno ceda a Cataluña la posibilidad de convocar el referéndum sobre la independencia. Será una nueva prueba de fuego para los 14 diputados del PSC, muy atentos al discurso que pronunciará Rubalcaba el próximo martes durante el debate del estado de la nación.
Antes de abril, el frente soberanista someterá al Congreso la cesión a Cataluña de las competencias para celebrar el referéndum
Él mismo avanzó ayer algunos de sus planteamientos: El problema catalán va a peor, el tiempo juega en contra de los constitucionalistas y hay que sentarse a hablar. Si a ello se suma la apuesta del PSOE por un modelo federal y la reforma de la Constitución, se tiene la foto completa. Completa, pero como el propio Rubalcaba reconoció ayer, insuficiente. “La verdad es que tenemos un modelo concreto para Cataluña, pero no lo queremos presentar sin antes dialogarlo”, balbució vagamente cuando han transcurrido ya más de dos años desde que Artur Mas estrenó su plan para separarse de España.