El Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona ha dictado el procesamiento de Roger Español, el ciudadano que perdió un ojo por el impacto de una pelota de goma, y de cuatro agentes de la Policía Nacional por su actuación en los altercados que tuvieron lugar en la calle Sardenya de la Ciudad Condal el 1 de octubre del 2017 en el transcurso del referéndum de independencia de Cataluña ilegalizado por el Tribunal Constitucional.
El juez que investiga las cargas policiales durante 1-O en la escuela Ramón Llull ha concluido la investigación. A los cuatro agentes, les lleva a juicio por un presunto delito de lesiones, mientras que a Español se le juzgará por un supuesto atentado a agentes de la autoridad.
En concreto, el juez procesa al policía que supuestamente disparó la pelota de goma "causando graves lesiones" a Español y considera que lo hizo "incumpliendo las medidas de seguridad contempladas en la circular sobre el uso de material antidisturbios". Por otro lado, el magistrado también envía a juicio al máximo responsable de la actuación policial, que cree que fue “el primero en usar la defensa policial contra las personas sentadas en el suelo” y que “ordenó y permitió a sus subordinados el uso de pelotas de goma fuera de los supuestos previstos”. Además, afirma en su auto que no se respetó la distancia mínima de 25 metros y que tampoco había en ese momento ninguna situación excepcional, con agresiones directas y peligrosidad extrema, como se exige para justificar el uso de estos proyectiles. Según el magistrado, los agentes realizaron 17 disparos, uno de los cuales fue el que impactó contra el rostro de Español.
Por otra parte, el magistrado ha ordenado también el procesamiento de otros dos agentes, a los que acusa de haber utilizado la defensa policial en personas que estaban sentadas en el suelo y apunta que lo hicieron "presuntamente incumpliendo la normativa relativa al uso progresivo de medios y la utilización de la defensa policial".
Respecto a Español, considera que embistió en más de una ocasión a los agentes. El juez apunta que, antes de sufrir la lesión del ojo, arrojó una valla contra un agente y cree que dio una patada a una valla que, al caerse, impactó contra un agente “sin que conste que su actuación causara directamente una lesión concreta a ninguno”.
