Desde 2017, "la situación lo requería": cien personalidades públicas han lanzado un alegato a favor del rey Felipe VI, en un libro titulado 'Los catalanes sí tenemos rey', con el objetivo de reducir el "desagravio colectivo" ante los "múltiples desplantes" de las autoridades catalanes. Bajo el punto de vista de los autores, los periodistas Sergio Fidalgo y Antonio Robles, los políticos de la Generalitat son "incapaces" de mostrarle un "mínimo respeto institucional". Es por ello que se han visto en la obligación de manifestar públicamente que una gran mayoría de la sociedad catalana "respeta, reconoce y alaba el papel del monarca", especialmente durante la difícil situación política que se generó durante el referéndum de independencia de 2017: su discurso del 3 de octubre "paró el golpe".
El libro-alegato recoge textos de personalidades políticas como la líder de Ciudadanos (Cs), Inés Arrimadas; el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, o el presidente del PP en Cataluña, Alejandro Fernández. También incluye entrevistas sobre el papel del Rey, como la del dramaturgo Albert Boadella o del catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras. Hoy, Vozpópuli habla con Sergio Fidalgo, uno de los autores, sobre la redacción del mismo, el papel del Rey y la situación actual en Cataluña.
Pregunta: En el libro hacéis referencia, sobre todo, al discurso del rey Felipe VI en el 3-0, del 2017. ¿Por qué ahora, tantos años después?
Respuesta: El libro es un desagravio, porque a partir de ese discurso de Felipe VI, en respuesta, a la intentona golpista de Puigdemont, Junqueras y compañía, los independentistas ponen al rey en el punto de mira. Es entonces cuando empiezan los famosos desplantes. Antes, el rey en Cataluña era rechazado en ciertos sectores, menores, pero a partir de ese discurso el rechazo se manifiesta de una manera mucho más bestia. El separatismo pone en el punto de mira a Felipe VI a partir de ese discurso.
Su lema es "Los catalanes no tenemos rey". Nosotros, con este libro, queremos manifestar que hay una parte de Cataluña, tan importante o más que la independentista, que sí consideramos a Felipe VI nuestro jefe del Estado democrático, y un símbolo de toda España. Estos desplantes son, por lo tanto, un desplante a todos los españoles. Y de ahí la necesidad de hacer un libro que se llamara 'Los catalanes sí tenemos rey' para que el resto de los españoles no piensen que todos los catalanes estamos con eso.
P: ¿Y por qué un libro para expresar esta idea?
R: Muchas veces no se explicita lo suficiente, así que hemos pensado que un libro sería una forma interesante. Además, es un libro que no solamente es de dos autores, es un libro que tiene testimonios de 102 personas de todos los partidos políticos que han querido estar y de distintas identidades sociales. Esa es un poco la gracia, decir, "oiga, no solamente somos dos tíos, Antonio Robles y yo, que decimos esto del rey, es que hay mucha gente que lo dice públicamente y representa a mucha más gente".
P: Los catalanes que están en contra de España hacen mucho ruido. Pero, ¿realmente son tantos como nos hacen creer?
R: Las últimas encuestas, tanto de la Generalitat como las generales, están dando que los porcentajes de independentistas están reculando y están por debajo del 40%, cuando hace nada rozaba el 50-50. Ahora mismo, más de la mitad de los catalanes estamos en contra de la independencia y apoyamos la continuidad de Felipe VI como jefe del Estado. Insisto, le reconocen ya por encima de monarquía o república, porque muchos republicanos reconocen a Felipe VI esta defensa de los valores republicanos, entendiendo por valores republicanos, la democracia, el civismo, la igualdad de opciones ante la ley...
P: ¿Hasta qué punto fue clave ese discurso del Rey?
R: Fue decisivo. En aquellos días, el día 1, 2 y 3 por la mañana, parecía que podían ganar. Esa es la sensación que teníamos muchos catalanes. Pero de repente, sale el rey a las 9 de la noche en la tele y le dice a toda la nación que los catalanes no estamos solos y que el orden constitucional se va a respetar. A partir de ese momento, la máquina del Estado se pone firme, empieza a funcionar y se para el golpe. Porque el separatismo se estaba envalentonando sin ninguna reacción por parte de los políticos. Como veían que parecía que era gratis, que no había una reacción contundente por parte del Estado, ellos iban haciendo. Hasta que sale el rey y dicen que hay una Constitución que se tiene que respetar y que eso se acabó. Luego se puede hablar de que con el paso del tiempo han ganado con la reforma de la sedición y la malversación, pero en ese momento el discurso del Rey paró el golpe. Sin aquel discurso el golpe hubiera seguido adelante. Por lo tanto, por eso es decisivo, por eso es importante y por eso el separatismo ha querido hacer pagar a Felipe VI, desde ese momento, lo que ellos consideran atrevimiento por haberle desmontado a los planes.
P: ¿Cambiaron entonces su discurso?
R: Mira, cinco días después del discurso del Rey, salen a la calle un millón de tíos con un signo contrario y llenan toda Barcelona de banderas españolas. El Estado ve que esa gente no la puede dejar tirada y el separatismo ve que han fracasado, porque todo su 'rollo' de "somos un solo pueblo buscando la independencia" es falso, rompe su relato. Pero no pueden tirar para atrás y siguen con su postura de decir que ellos son la independencia legítima. No cambiaron su discurso pese a que una gran mayoría dejara de tener miedo y se manifestara en su contra. De hecho, no lo han cambiado a día de hoy. Lo que cambia es la visión de la realidad, tanto a nivel nacional como a nivel internacional, que hace que una parte de Cataluña pase a existir cuando parecía que no existía.
P: Aunque ahora la situación es distinta, ¿se le puede pedir al Rey lo mismo en este contexto de reforma de la sedición y la malversación?
R: No, no se lo podemos pedir porque no han traspasado todavía las líneas rojas. Las están rozando, pero no las han traspasado. Aunque a algunos nos pueda parecer una barbaridad, todavía son legales. Lo que ocurrió entonces fue muy diferente. En Cataluña había órdenes judiciales de que no se podía votar y votaron, lo hicieron a las bravas.
P: ¿Cuántos apoyos políticos tiene el Rey?
R: El Rey está muy solo, no desde el punto de vista del cariño de la ciudadanía, que lo tiene, sino desde el punto de vista institucional, porque buena parte de las administraciones públicas le están criticando o simplemente se han puesto de perfil. Este libro, en este momento complicado de la política española, creo que es importante precisamente porque queremos dar un apoyo moral a una figura que es la de Felipe VI.