El vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, quiere dar carpetazo a su encuentro en el sur de Francia con una veintena de personas en el que incumplieron las normas sanitarias impuestas por el propio Govern. En una rueda de prensa, el también consejero de Políticas Digitales y Territorio no quiso responder a la polémica por su participación en la paella porque -dijo- la razón de su comparecencia era para hablar de la comisión bilateral Estado-Generalitat que se celebra el próximo lunes 2 de agosto.
No obstante, la oposición aprieta en esta cuestión. En Comú Podem, el ala catalana de Podemos, ha pedido la comparecencia de Puigneró para que “valore” la limitación de los encuentros a 10 personas después de la imagen del vicepresidente con 20 personas más, entre ellas el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont.
Desde En Comú Podem instaron al Govern a "poner orden" y denunciaron que "Puigneró se salta las restricciones". El PSC, por su parte, ha censurado la paella masiva al tildarla de "gran irresponsabilidad política". También se han sumado a las críticas Ciudadanos, Vox y PP.
El asunto, sin embargo, tampoco ha gustado dentro del propio Ejecutivo catalán. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de forma pública se limitó a aseverar que “es importante que todos cumplan las medidas de prevención”. En la misma línea se pronunció el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, al afirmar que "todos, y evidentemente más un responsable político, tienen que cumplir las normas". En su caso adquiere mayor importancia porque se trata de una de las áreas bajo el mando del partido de Puigdemont y evitó cerrar filas con su compañero de partido.
Mintió sobre las reglas en Francia
La celebración de esta paella en el sur de Francia trascendió porque la tertuliana Pilar Rahola publicó en su perfil de Instagram la imagen de los 21 comensales que habían asistido al encuentro.
El vicepresidente catalán intentó sortear la polémica al afirmar que la foto había creado “confusión” y, posteriormente, sostuvo que no habían incumplido ninguna de las normas vigentes en Francia, país donde se celebró el encuentro. No obstante, Puigneró mintió y se saltó, como mínimo, dos medidas sanitarias.
De acuerdo con las restricciones impuestas por el Gobierno de Emmanuel Macron, están prohibidas "las concentraciones, reuniones o actividades en la vía pública en la que participen más de diez personas a la vez". Asimismo, los ciudadanos deben "respetar la distancia social, manteniéndose a más de dos metros uno de otro" y "llevar mascarilla en exteriores cuando el distanciamiento social no es posible". En la foto, en cambio, todos posan unidos, es decir, sin distancia social, y sin llevar mascarillas.
“Reducir la actividad social”
El pasado 27 de julio, un día antes de la publicación de la foto de la paella, la Generalitat anunció la puesta en marcha de una campaña para “concienciar a la ciudadanía que hace falta reducir la actividad social para aligerar la presión al sistema sanitario”.
La campaña, con el lema ‘Tú que puedes parar, para’, se emitirá por los medios públicos catalanes y contrasta imágenes de las calles, terrazas y playas llenas con la actividad frenética que se vive en la atención primaria y en los centros hospitalarios para dar respuesta a la emergencia sanitaria. Sin embargo, todo apunta a que el 'conseller' no se vio interpelado por estas consignas del Govern.
TV3 se vio obligada a dar la noticia
Como informó El Periódico, TV3 no decidió cubrir la noticia hasta después de que la oposición en bloque hubiera criticado la participación en la paella del vicepresidente de la Generalitat. No obstante, no emitió ninguna de estas interpelaciones parlamentarias. Se limitaron a decir que la foto “ha generado controversia” y que los partidos de la oposición “le han criticado y le han pedido explicaciones”.
Desde la televisión pública obviaron también las advertencias lanzadas por el conseller de Salud y las del presidente del Colegio de Médico de Barcelona, el doctor Jaume Padrós. Por contra, sí que reprodujeron las declaraciones de Puigneró -sin fiscalizar si eran o no ciertas- de que era una “cuestión de ámbito privado” y que “se cumplían las medidas que decreta el gobierno francés”.