Cataluña

ERC teme que la militancia tumbe su entrada en el ayuntamiento de Barcelona con el PSC

En medio de un momento tan sensible a nivel interno, entrar en el ayuntamiento rompería un ciclo de 17 años en el que el partido no ha tocado el poder municipal pero también podría abrir otra brecha en el grupo

Todos los ojos están puestos en ERC. Los republicanos siguen aún digiriendo los malos resultados de las elecciones catalanas si bien miden cómo jugar sus cartas en el Parlament al ser actualmente el partido 'bisagra'. Hay nerviosismo en la sede del partido en Calabria 166. ERC sopesa entrar en el Ejecutivo del gobierno municipal con el socialista Jaume Collboni después de que el alcalde les haya abierto la puerta después de meses y meses deshojando la margarita. Collboni ha aguantado tortuosamente en minoría, sacando adelante una moción de censura vinculada a los presupuestos y dejando que pasara el 'chaparrón' del ciclo electoral. Ahora necesita un ejecutivo más fuerte en Barcelona.

Sin embargo, ERC tantea el terreno por las palancas que se pueden activar tras esta entrada en el ayuntamiento. La militancia republicana de la capital celebrará este jueves a partir de las 19 horas un congreso extraordinario en el Orfeó Martinenc para decidir si avalan el preacuerdo entre PSC y ERC. En la cúpula nacional, donde ahora Marta Rovira tiene la voz 'suprema', se prevé que la votación pueda afectar a las negociaciones de una investidura del próximo presidente de la Generalitat, cuya fecha del pleno ya ha sido fijada por Josep Rull para el 25 de junio. La cúpula, con prudencia, valorará dicho resultado para ver cómo la ejecuta, aunque temen que las bases se decanten por el 'no' a la entrada del partido en Barcelona.

En medio de un momento tan sensible a nivel interno, entrar en el ayuntamiento rompería un ciclo de 17 años en el que el partido nunca ha tocado el poder municipal en la capital catalana. La militancia llega dividida a la votación y sin consenso, además de que es conocida la distancia entre la dirección del partido en Barcelona, liderada por Elisenda Alamany, y la de la dirección de ERC.

A nivel municipal, los republicanos en Barcelona llevan meses ansiando rencaminar las conversaciones para entrar en el gobierno después de cerrar el ciclo de Ernest Maragall. Desde Barcelona el partido lo tiene claro: "Quedarse en la oposición es una opción conservadora, quizás cómoda y desagradecida en algunos momentos", ha expresado el portavoz adjunto del grupo, Jordi Coronas.

Sin embargo, voces importantes de la militancia muestran su rechazo frontal, sobre todo si es a cambio de nada. Las juventudes republicanas han pedido que el partido no entre en el Govern de Collboni. Además han exigido que el partido no apoye la investidura de Salvador Illa cuando se postule como candidato a la Generalitat a propuesta del presidente de la Mesa de Junts. Exigen que ERC no de ningún respaldo si no hay cerrados acuerdos firmes con sus reivindicaciones, algo que ya ha dejado claro Marta Rovira. Sin un referéndum no habrá apoyo. Por su parte la parte más crítica de la militancia de ERC ha expresado que no es oportuno entrar en alianza con los socialistas en un momento en el que el partido se encuentra en un profundo debate. "No nos parece oportuno anunciar un acuerdo de Gobierno de la capital de la mano de un PSC que seguirá gobernando en minoría y que lo ha hecho gracias al acuerdo del PP".

Que la consulta haya sido convocada con 48 horas de margen es algo que tampoco ha sentado bien. De esta forma, las bases piden "coherencia" con el momento que vive el partido de cara a definir la estrategia y cree que esta decisión puede condicionar la reflexión interna. La Dirección teme así que un posible 'no' desestabilice genere aún menos consenso interno en un momento en el que las aguas siguen revueltas.

Sin embargo, la tensión se medirá con el grupo municipal. Para los de Alamany sigue siendo clave poder irrumpir en el Ejecutivo de Barcelona para ganar peso y relevancia frente a los comunes de Ada Colau. Los 'morados' siguen queriendo formar parte del gobierno en Barcelona pero Collboni les ha arrinconado a la irrelevancia para cerrar el ciclo 'colauista', además el partido de la exalcaldesa de Barcelona no está pasando su mejor momento después de que el candidato de los comunes a las europeas, Jaume Asens, haya quedado por debajo de Podemos. Es el momento que espera el grupo republicano municipal para dar el golpe en Barcelona.

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