La bicefalia que había hecho que ERC caminara con una estrategia única desde el 'procés' se ha desquebrajado. El tándem deshecho de Oriol Junqueras y Marta Rovira tras las elecciones catalanas ha precipitado al primero por la borda y ha catapultado a la secretaria general a dirigir las negociaciones claves para el partido. Rovira, desde el 'exilio', pilota las decisiones de alto nivel, como también hizo al desbloquear la amnistía con Jordi Turull, y ha consolidado el viraje de ERC hacia Junts.
Rovira anunció que no seguiría como secretaria general después del congreso extraordinario que ha convocado el partido en noviembre para generar consensos y renovar liderazgos. Sin embargo, la líder de ERC aguanta el tipo de todo el grupo y en ningún momento ha renunciado a una hipotética presidencia de los republicanos. Mientras, Oriol Junqueras ya ha dado el paso atrás en la presidencia y ya iniciado una campaña personal para recabar los avales que le impulsen a seguir al frente del partido en la cita interna después de verano.
Las estrategias de ambos siempre han diferido, si bien han llegado a consensos. Esta vez es la 'marca Rovira' la que está marcando el camino a seguir al partido, en medio de un contexto tan volátil como el actual, donde los 20 diputados de ERC decidirán qué investidura sale adelante en Cataluña. De hecho, es Rovira quien está liderando las negociaciones de investidura, tal y como hizo también con las negociaciones de la Mesa del Parlament que dejaron plantado a Salvador Illa. Así, mientras Junqueras se mantiene más central y es partidario a pactar buscando la centralidad, Rovira ha consolidado el viraje a Junts, precisamente lo que buscaba en todo momento Puigdemont incluso antes de las elecciones catalanas.
Rovira y Puigdemont, con ordenes de detención
Con la aprobación de la amnistía, Rovira exigió al Tribunal Supremo que deje sin efecto la orden nacional de detención para interrogarla por desobediencia en la causa a la cúpula del procés por el 1-O y que se inhiba en la Audiencia de Barcelona para ser amnistiada. Rovira es una de las procesadas junto a la cúpula del procés por el 1-O, y que en su caso no llegó a ser juzgada porque se fugó a Suiza, considera que los hechos por los que se le mantiene la acusación en este procedimiento -ahora ya únicamente desobediencia al derogarse el delito de sedición- encajan en la Ley de Amnistía que ha entrado hoy en vigor.
Además de la causa en el Supremo por el 1-O, Rovira también tiene otro frente judicial abierto, en este caso en manos del juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, que la investiga por un delito de terrorismo por su supuesta participación en la plataforma Tsunami Democràtic, que organizó las protestas contra la condena a los líderes del procés. Respecto a su causa por el 1-O, el abogado de Rovira, Iñigo Iruin, solicita al magistrado instructor del Supremo, Pablo Llarena, que deje sin efecto la orden nacional de detención que mantiene activada con el objetivo de poder tomarle declaración por el delito de desobediencia. Para Junts también es esencial el devenir de la orden de detención contra Carles Puigdemont que mantiene Llarena, y sopesan por este motivo 'retratar' a Illa en una primera investidura en lugar de postular a su líder para calibrar los tiempos de la aplicación de la ley.