El presidente de Foment de Treball, Josep Sánchez Llibre, asume ya que la incertidumbre en la tramitación de la Ley de la Amistía es un escollo más para generar el clima de confianza empresarial óptimo para el retorno de las empresas que se fueron de Cataluña con el 'procés'. Un día después de que el Congreso tumbara la ley por el voto definitivo en contra de Junts, el presidente de la principal organización de empresas en Cataluña ha coincidido con el presidente de la CEOE, quien ha explicado que lo ideal para la economía es que exista "confianza", algo que esta proposición no favorece.

El presidente de la patronal de empresas, Antonoi Garamendi, ha defendido este miércoles en el ciclo Shuttle organizado por El Economista con Fundación La Caixa en Barcelona que todo el mundo está de acuerdo con que regresen las empresas, y que lo harán sin la necesidad de medidas coercitivas ni beneficios fiscales. Esto es, sin ninguna obligatoriedad ni decretos leyes y por la atracción misma que genere el restablecimiento de la normalidad. En este sentido, ha lamentado la oportunidad perdida de inversiones como El Prat o la agencia del medicamento.

"Contaminación" al tejido empresarial

En la misma línea se expresó Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball. "Las empresas van a volver cuando exista en Cataluña un clima de normalidad política y económica, pero estoy convencido de que en los próximos años se va a crear este clima", señaló el dirigente, que ha puntualizado que ese escenario "hoy no existe". Sánchez Llibre ha coincidido con Garamendi en la lectura de la situación, y se ha mostrado convencido de que ese escenario será posible en un futuro cuando "hayan desaparecido las diferencias entre la Generalitat y el Gobierno de España". "Es cierto hoy en España hay mucha incertidumbre, y esto genera ciertas desconfianzas en ciertos aspectos", ha declarado. Sobre si la amnistía hace peligrar la legislatura, ha declarado que todas las legislaturas están hechas para durar y se ha centrado en decir que el empresariado catalán quiere gobiernos business friendly.

Aunque Foment quiere dejar al margen la amnistía por verlo como un tema de debate político que solo debe tener cabida en el Congreso, asume que probablemente, como ha dicho Garamendi, "mermará la confianza empresarial" al "contaminar" a su tejido. En cuanto a la línea económica del PSOE, Sánchez Llibre ha dicho que están muy preocupados por el pacto con Sumar y que el PSOE debe "centrar" sus políticas económicas buscando otros aliados en el Congreso como con Junts, PNV o ERC como algo beneficioso para la competitividad empresarial.

Al final del acto, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha hecho una valoración de lo ocurrido ayer en el Congreso con la Ley de la Amnistía y lo ha tildado de un "campo de minas" que no da "estabilidad" y en una situación en la que los socios del Gobierno hacen y deshacen. Ha enfatizado que la palabra clave de este año es la "polarización", y que al sector empresario no le gustaría que se volviera a repetir el año que viene. Sobre el retorno de las empresas, ha declarado ante la prensa que todas las empresas que se han ido de Cataluña lo han hecho a su pesar y que regresarán en cuanto se generan espacios de estabilidad, "porque quieren volver."

Ampliación del Prat

Foment ha vuelto a mostrar su disconformidad con que el Govern haya perdido el tren en la inversión millonaria del aeropuerto del Prat, al que ha tachado de "negacionista". Ha recalcado todos los esfuerzos que ha hecho en la proposición de diferentes planes para que se aprobara el proyecto y que ERC es quien tiene que acabar de decidir que se hace con la ampliación. "Son 1.700 millones que se dejaron escapar", ha dicho el presidente de Foment, a la vez que ha mostrado su alivio ante la perspectiva de que Ada Colau ya no esté en el Ayuntamiento de Barcelona y ha celebrado la llegada de Collboni para la atracción de inversiones a la capital condal.

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