Cataluña

La segunda fuga de Puigdemont pone en ventaja a Trapero para asumir la jefatura de los Mossos

Justo antes de las elecciones catalanas ERC cerró filas sobre Sallent para mantener la influencia en los Mossos ante el cambio de ciclo político en Cataluña

Josep Lluís Trapero se frota las manos viendo cómo su histórico 'rival' en el cuerpo de los Mossos sale a dar explicaciones en público por la estrepitosa segunda fuga de Carles Puigdemont. El operativo estaba a cargo del actual jefe del cuerpo de policía catalán, Eduard Sallent, el encargado de dinamitar el traperismo en el cuerpo y colocado por el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, muy cercano a Oriol Junqueras. Ambos han sido los máximos señalados como responsables de no cumplir la orden de detención y dejar que el expresidente de la Generalitat se diera, de nuevo, a la fuga, delante de miles de personas.

Justo antes de las elecciones catalanas ERC cerró filas sobre Sallent para mantener la influencia en los Mossos ante el cambio de ciclo político en Cataluña. Blindó en mayo al comisario jefe del cuerpo sacando una plaza a de mayor, el máximo rango vitalicio al que se puede aspirar en el cuerpo y cuyo título solo tiene, por ahora y en activo, Trapero.

La plaza fue duramente criticada por los sindicatos, que la intentaron impugnar, por hacerse a "medida" de Sallent. Fue entonces cuando el PSC, en previsión a los resultados electorales y como cordón sanitario, comunicó en el prime time de Salvador Illa en TV3 que si salía como presidente de la Generalitat iba a restituir a Trapero, considerado un 'juguete roto' del independentismo, como director general de los Mossos.

En pleno relevo de Gobierno, el esperpento de Puigdemont ha hecho saltar por los aires, aún más, la credibilidad de Sallent al frente por mucho que haya intentado aplacar antes los medios las voces críticas contra el cuerpo. Las explicaciones han sido poco contundentes, ha expresado que "no fueron los Mossos quienes hicieron el ridículo".

"No fue como esperábamos, pero lo dimos todo", ha recalcado este viernes. Sin embargo se esperaba que Puigdemont asistiera al debate de investidura, tal y como ha declarado Sallent, aunque ha vuelto a insistir en que no había ningún pacto con el entorno de Puigdemont para la detención. "Confiábamos en las instituciones, pensábamos que cumpliría con sus obligaciones como diputado", ha asegurado, pero "lo que hizo ayer el president Puigdemont se pareció más a una actuación de Jimmy Jump", se ha limitado a decir.

Ante este esperpento, el PSC se fijó traer a Trapero para, junto con Nuria Parlon de nueva consellera de Interior, depurar el Departament, que está completamente politizado con casi 20 mil policías que han vivido las peores épocas del 'procés', cuyos frentes internos ya son acusados y que ahora encima han 'tragado' un escarnio internacional. El enfado y la sensación de despropósito es algo extendido, según ha podido saber este medio, en los mossos, que han vuelto a verse enfangados por los intereses de ambos bandos del tablero.

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