De cerca de treinta policías a su servicio a un pequeño equipo de seguridad de sólo cuatro agentes. El Ministerio del Interior, en pleno recorte de escoltas para reducir los gastos del departamento, mantendrá, sin embargo, cuatro funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía para proteger al que desde el pasado 1 de julio es el expresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el juez Carlos Dívar. Así lo han confirmado a Vozpópuli varias fuentes del propio órgano de gobierno de los jueces y de la Dirección General de la Policía, que añaden que entre los agentes que se mantienen al servicio de Dívar se encuentra su escolta de confianza, Jerónimo E.Ll., quien en sus tarjetas de visita hacía constar su condición de "asesor personal" del que fuera presidente de los jueces españoles.
Hasta su dimisión del pasado 1 de julio, Dívar era una de las personalidades con más agentes destinados a protegerlo
El recorte en el servicio de seguridad de Dívar se produjo de manera casi automática el pasado 1 de julio, día que se publicó en el BOE finalmente su cese tras haber dimitido una semana antes y cuando Interior ya había puesto en marcha la tercera fase de su plan de reducción de escoltas con la retirada de la protección a numerosos miembros de la judicatura. Desde ese momento, el ya expresidente del CGPJ dejaba de ser uno de los hombres más protegidos de España (tenía un equipo de cerca de 20 policías en su protección dinámica y una decena de guardias civiles más para custodiar su domicilio a las afueras de Madrid) y pasaba a contar con un único equipo de cuatro agentes. Antes de ello, Dívar especificó a Interior qué agentes en concreto quería mantener, según las fuentes consultadas.
Entre ellos estaba Jerónimo E.Ll., su hombre de confianza, un policía de la escala básica que le acompaña desde sus tiempos de la Audiencia Nacional. Éste agente se vio salpicado por el reciente escándalo por los viajes de fin de semana a Marbella que le ha costado el puesto a Dívar al identificarle algunos medios de comunicación como el enigmático comensal con el que el entonces presidente del Consejo cenó cerca de 40 veces en restaurantes de lujo de la localidad malagueña en fines de semana y a costa del erario. Además, y como adelantó en exclusiva Vozpópuli, este escolta recibió en 2010 una medalla roja 'al valor', que conlleva un incremento salarial vitalicio del 10% de sueldo, en un año en el que se limitó a acompañar a Dívar en sus viajes. Jerónimo E. formaba parte de la comitiva de Dívar en la mayoría de sus viajes al extranjero, en los que, pese a su simple condición de escolta, se llegaba a sentar como un miembro más de la delegación oficial en mesas de trabajo con representantes de la judicatura de los países anfitriones.
Una práctica "habitual"
Fuentes policiales aseguran que "es habitual" que las personas protegidas puedan elegir con qué funcionarios se quedan cuando ven reducida su seguridad. "Suelen ser con los que tienen más afinidad o llevan más tiempo con ellos y, por tanto, conocen mejor sus costumbres. Eso favorece la seguridad de la personalidad", señalan. Sin embargo, estas mismas fuentes muestran su extrañeza por el hecho de que, en plena época de recortes de Interior en el número de personas protegidas, se mantenga un equipo de cuatro policías a disposición de una persona que ya no es alto cargo. "Sobre todo porque el reciente recorte ha afectado de manera muy importante a todos los órganos judiciales, incluido el CGPJ, donde sólo su presidente conservará un equipo de escolta", recalcan.
El equipo de seguridad no es, sin embargo, el único privilegio que Dívar ha conservado tras abandonar el CGPJ. Como adelantó este diario el pasado 25 de junio, el que fuera máximo representante de la judicatura cobrará una “pensión indemnizatoria” por haber ocupado dicho cargo durante más de dos años. En concreto, una ley de 1980 le permitirá recibir durante este tiempo 8.676,84 euros brutos mensuales. En total, percibirá del erario 208.244 euros simplemente por haber sido el presidente del órgano de gobierno de los jueces pese a que su salida del puesto se ha producido forzado por el escándalo de sus 32 viajes de fin de semana.