El Spain es un bar de pueblo en el corazón de Mahattan. Julio Díaz y Luis Marqués salieron de Galicia para hacer las Américas en los años más duros de la posguerra. Y trasplantaron a Nueva York el mismo restaurante que hubieran abierto en España: barra, ambiente y comida tradicional.
Spain es una burbuja inmune al espacio y el tiempo, que ha sobrevivido durante casi 55 años a base de mariscadas, paellas, cochinillo, chuletas, patatas bravas y sus tapas de albóndigas, chorizo y mejillones en la meca de la comida rápida y las hamburguesas a la parrilla con salsa picante. La avanzada edad de los dueños y fundadores del negocio y la amenaza del coronavirus acabarán con este milagro en las próximas semanas. España bajará su persiana para siempre.
“El 14 de marzo fue el último día que abrimos y no se me olvidará fácilmente esa fecha”, dice a Vozpópuli Eliott Díaz, hijo de Julio. “Mi padre cumplió 88 años durante la pandemia y Luis ya estaba retirado por su delicado estado de salud. Mi padre hubiese seguido un par de años más, pero es muy peligroso. Si la vacuna fuera eficaz… quizá podríamos seguir un mes más. Pero lo dudo mucho”.
De Venezuela a Nueva York
Las hambrunas en Galicia forzaron a 1,2 millones de gallegos a emigrar entre 1870 y 1970, según cálculos oficiales. La mayoría se refugió en la América hispana, pero no todos. Julio Díaz salió de Villanueva de los Infantes (Orense) en 1949. Se marchó primero a México y después a Venezuela, donde conoció al que sería su socio Luis Marqués. Juntos se fueron a Nueva York en 1958.
Marqués abrió un primer restaurante, La Paella, en el bajo Manhattan. Después de cerrarlo, se asoció con Marqués para abrir el Spain en 1966. El local está ubicado en la calle 13 oeste. Esta zona del Greenwich Village fue conocida como la Pequeña España (Little Spain) durante muchos años por la cantidad de emigrantes españoles que se asentaron y abrieron negocios en el barrio. La mayoría de los que se quedaron en Nueva York trabajaba en los cargueros que cruzaban el Atlántico.
Muy cerca del Spain, en la calle 14, entre la séptima y la octava avenidas, se encuentra la Sociedad Española de Socorros Mutuos (Spanish Benevolent Society), conocida popularmente como La Nacional. Un grupo de españoles fundó el centro en 1868 para apoyar a la colonia que llegaba a Estados Unidos desde nuestro país.
“El Spain era un restaurante de comida tradicional, pero no estaba pensado solo para la colonia española de Nueva York sino para todo tipo de clientes en general”, explica Díaz. “Era realmente un bar de pueblo. Nació con ese espíritu”.
Camareros: chaqueta roja y corbata
Julio asumió la cocina. Luis, la sala. El restaurante es como estar en España, pero en América. El menú está compuesto de paellas, chuletas, albóndigas y mariscadas. Los camareros han vestido durante años al estilo tradicional de la época en España: chaqueta roja, camisa blanca, corbata y pantalones negros. Los dueños cambiaron el uniforme por unas camisetas más modernas recientemente.
“El restaurante siempre funcionó bien”, explica Díaz. “Ha tenido sus altibajos como todos los negocios, pero hemos logrado mantenernos”.
Los estudiantes de una universidad cercana han sido la clientela que ha sostenido el Spain en los últimos diez años. Ellos acudían al calor de las tapas de albóndigas o mejillones gratuitas que acompañaban sus cervezas. “Charlábamos con ellos y tapita aquí, tapita allá”, recuerda Díaz. "Esto es algo normal en España, pero impensable en Estados Unidos".
Al Spain tampoco le han faltado clientes famosos. La revista Vogue publicó un reportaje fotográfico de la modelo Gigi Hadid en las cocinas del restaurante. Actores como Jesse Eisenberg (La red social o Café Society, entre otras) y Liev Schreiber (protagonista de la serie Ray Donovan) son parroquianos habituales. Una vez, recuerda Díaz, se acercó a comer alguien de la familia Rivera, dueños de la cerveza Estrella Galicia.
“Creo que vamos a cerrar siendo la cuenta más grande de Estrella Galicia en Estados Unidos”, dice.
El artículo del 'New York Times'
El New York Times dedicó un reportaje al Spain en 2016. El artículo, firmado por Alex Vadukul, hacía un repaso a la historia del bar y de sus dueños. Y denunciaba como, al igual que ocurre en Europa, los negocios tradicionales de la ciudad han ido despareciendo frente al empuje de las grandes cadenas de comida en serie y locales despersonalizados; ya vendan tapas, pizzas o hamburguesas.
“El reportaje del New York Times tuvo mucho impacto”, reconoce Díaz. “Tuvimos las reservas llenas durante muchos meses”.
El confinamiento ha sido duro para las familias de Díaz y Marqués. Ellos nunca han perdido el contacto con España, a donde regresan todos los veranos para ver a la familia. La hija de Díaz, nacida en Estados Unidos, ha hecho el viaje de vuelta y ahora vive en Galicia. Pero más que el encierro o la edad, lo que más pesa a Julio es no abrir de nuevo el bar.
“Mi padre lo lleva muy mal. Está muy aburrido. A él lo que le gusta es ir a trabajar y charlar con los clientes”, dice Eliott. “Pero los tiempos han cambiado, esta pandemia… Es todo muy peligroso".