El gran salto de Ciudadanos ha arrasado las previsiones de Génova, que concedían al partido de Rivera en torno a 20 diputados. La fuerza naranja ha arrasado con más de 250.000 votos del PP en Cataluña, y un enorme puñado de seguidores del PSC. En el cuartel general de los populares reconocen que la estrategia de Ciudadanos de apoyar al PP en Madrid y al PSOE en Andalucía ha funcionado de forma eficaz ya que han podido recoger votos a dos bandas y, de paso, movilizar a mucho elector joven que hasta ahora se quedaba en casa.
Cuatro severas derrotas suma ya Rajoy desde su llegada a la Moncloa. Europeas, andaluzas, municipales y ahora, las catalanas. Un rosario de errores que se han convertido en sonoros bofetones en las urnas. Pero ha sido el resultado del domingo el que ha noqueado con más fuerza la mandíbula de Génova. Ha perdido uno de los puntales básicos de su estrategia para las generales: mantener su papel de muro de contención al nacionalismo como único partido que defiende sin fisuras, y en todos los territorios, la unidad nacional.
Llegan de nuevo, desde distintos puntos de España, comentarios sobre la idoneidad del candidato Rajoy para las generales
Ahora Ciudadanos le ha arrebatado esa bandera en el frente mismo en el que se dirime esa tremenda batalla. Ciudadanos es el líder de la oposición en Cataluña, el segundo partido en número de votos y el refugio de todos aquellos que rechazan la deriva secesionista. Pero no sólo en Cataluña. Lo ocurrido el domigno podría extrapolarse a País Vasco y a Galicia en un futuro. Este es otro de los quebraderos de cabeza con los que debe contar el PP. Que pierda fuelle su imagen de único baluarte de la actual conformación territorial del Estado.
En el PP confiaban en que saldrían reforzados de la cita catalana, pese a una victoria ya descontada del Juntos por el Sí. Pensaban en mantener al menos 15 escaños y que Ciudadanos no despegara como lo ha hecho. De ahí su campaña de reproches a Rivera por haberse ido a Madrid y de menosprecio de la figura de Inés Arrimadas, ciertamente desconocida pero que ha resistido el embate con enorme firmeza.
Todas las previsiones de Génova se han ido por la borda. Tan sólo le queda, como el domingo hizo Pablo Casado, aferrarse a que la gran batalla del PP contra el delirio de Mas ha sido derrotada en las urnas. Pero se apunta una victoria que no es suya. O, al menos, no mayoritariamente, ya que el mérito, en este caso, le corresponde a Ciudadanos, que ha logrado arrebatar al PP votos en demarcaciones donde hasta ahora obtenía buenos resultados como Tarragona o el conurbano barcelonés.
Se hablaba este lunes en Génova de la necesidad de replantearse seriamente algunas estrategias de cara a las generales. Llegan de nuevo, desde distintos puntos de España, comentarios sobre la idoneidad del candidato Rajoy, algo que ya puso en evidencia Juan Vicente Herrera, presidente de Castilla y León, tras la derrota en las autonómicas, cuando habló de que el presidente 'necesitaba mirarse al espejo antes de confirmar su candidatura.