Ciudadanos todavía no ha adoptado el chip de campaña electoral y sostiene que seguirá intentando que haya gobierno antes de ir otra vez a las urnas, algo que rechazan. Sin embargo, aunque todavía queda el descuento para que se convoquen nuevos comicios, en el partido de Albert Rivera ya saben qué "errores" de la antesala del 20-D no pueden volver a cometer. Fuentes de la dirección naranja sitúan aquí cierta condescendencia con Podemos en las semanas previas a las elecciones de diciembre, es decir, en el día a día se evitó demasiado el choque con dicha formación, más allá de los debates entre candidatos.
Las mismas fuentes avanzan que si finalmente el país es llamado a votar, elevarán el tono con respecto a la anterior campaña para rebatir a la organización de Iglesias. C’s daría así continuidad a la táctica empleada ya por Rivera el pasado 6 de abril en el Congreso de los Diputados, un día antes de la reunión 'a tres' entre PSOE, Podemos y Ciudadanos. El presidente naranja respondió con contundencia a Pablo Iglesias cuando el secretario general de Podemos le acusó de adoptar un "cuñadismo ideológico" que sirve igual para "vender preferentes" que para "intervenir en una tribuna". Rivera replicó preguntándole, irónicamente, si el "cuñadismo" del que hablaba era también "colocar a amigos, familiares y novias" en el partido.
La cúpula de C’s afirma que esta postura de entrar al choque con Podemos, siempre desde el fair play, y no esquivar los golpes viene sostenida por las últimas encuestas electorales, que hablan de cierta mejoría de Ciudadanos, cuya suma con el PP rondaría la mayoría absoluta. El partido de Rivera saca pecho de ser el único que ha evitado "un Gobierno populista y separatista" a raíz de las cláusulas establecidas en el acuerdo con el PSOE. "Quien no se ha movido para evitarlo ha sido Rajoy desde su despacho", comentan las fuentes antes citadas.
"Nos encontramos con que ni PP ni PSOE entraron a la gresca con Podemos", reconocen fuentes de la cúpula de C's sobre la pasada campaña
Asimismo, los estrategas del partido centrista admiten que se equivocaron en la previsión sobre cómo tratar a Podemos en la recta final hacia el 20-D. Era una formación emergente al igual que Ciudadanos y también se estrenaba en unas elecciones generales con un discurso alternativo al bipartidismo. Sin embargo, había grandes diferencias ideológicas y programáticas entre ambas. Desde C’s creyeron, explican las mismas fuentes, que los principales ataques hacia Podemos llegarían desde PP y PSOE, reservándose el partido naranja la opción de meter el dedo en la llaga en "algunas cuestiones, puntualmente".
Sin embargo, añaden, "nos encontramos con que ni PP ni PSOE entraron a la gresca con Podemos". Es más, hubo hasta "elogios", recuerdan desde C’s, como la confidencia de Mariano Rajoy a Pablo Iglesias en el Congreso durante la celebración del Día de la Constitución. El acto coincidía con la primera jornada oficial de campaña. "Vais muy bien", le dijo el presidente del Gobierno en funciones al exeurodiputado.
Aquello certificó que habían marrado el tiro, como después evidenciaron las instantáneas de los trackings: un C’s desfondado justo en la recta de meta. Este descenso obligó a Ciudadanos a dar aquel sorpresivo giro estratégico del 18-D: anunciaron que se abstendrían para permitir un gobierno de PP o PSOE. Hasta entonces, habían mantenido que no apoyarían ni a Rajoy ni a Sánchez. Aun así, la jugada les salió bien. Ese viraje a tan sólo a dos días de votar, un movimiento que suponía ante todo marcar distancia con Podemos y reivindicarse como un actor necesario a favor de la unidad y la igualdad de los españoles, dio resultado. C’s contuvo su caída.
Entre el voto joven y la abstención
Ahora, en el cuartel general del partido naranja no quieren que la historia se repita si hay comicios el 26 de junio. Ya adelantan que pelearán con Podemos con más vehemencia que los pasados noviembre y diciembre y que lo harán en este caso por un electorado concreto, el que se mueve entre un voto joven y la abstención. Una abstención, además, que vaticinan alta debido a las fechas veraniegas. No obstante, advierten que este espacio, "donde nos jugamos mucho", no es decisivo, ya que la verdadera disputa está en atraer votantes de PSOE y PP. La dirección naranja combatirá a Podemos con "programa y propuestas", insisten. Quedará así atrás la época de los arrumacos, como el que se dieron Rivera e Iglesias en La Sexta tras el 'cara a cara' Rajoy-Sánchez.