El presidente del PP de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, ya tiene un reto para las elecciones generales del próximo día 23 y es superar el millón de votos para que engrosen el proyecto que encabeza Alberto Núñez Feijóo –quien parte como claro favorito en todas las encuestas–.
Esta cifra no es algo nuevo para el Partido Popular valenciano, ya que se ha rebasado a lo largo de las votaciones de la etapa democrática en varias ocasiones, aunque en un contexto donde el bipartidismo era muy sólido y no había tanta volatilidad en las formaciones políticas.
La última vez que el PP llegó a superar esa barrera fue en el año 2011 cuando logró 1.390.232 votos. Han pasado 12 años desde entonces y la formación que lidera ahora Carlos Mazón no había vuelto a asomarse a ese balcón del millón de votos que suele ser un síntoma de victoria en España y de acceso a la Moncloa para el partido que lo logra. La corrupción y la entrada en escena de nuevos partidos como Podemos, Ciudadanos y Vox han imposibilitado durante los últimos años esa empresa.
El máximo histórico en 2008
El PP tiene su máximo histórico en las generales de 2008 con 1.415.793 votos, en una barrera que ha superado cinco veces desde que en España hay votaciones. Al PSOE, por contra, le ha costado mucho más alcanzar esos guarismos y sólo los ha superado en dos ocasiones, fijando su máximo respaldo ciudadano en unas generales en la Comunidad Valenciana en 2004 con 1.127.700 votos.
El punto de partida para el 23-J es netamente favorable para el PP. Hace apenas un mes experimentó una gran subida que le permitió doblar su representación en las Cortes Valencianas y conquistar el Gobierno de la Generalitat, con el apoyo de Vox, al igual que las Diputaciones de Alicante y Castellón y los Ayuntamientos de las tres capitales de provincia y Elche, que es la tercera ciudad en cuanto al número de habitantes.
Movilización en marcha
La campaña electoral para las generales ya está lanzada por parte del PP valenciano y el núcleo duro de Alberto Núñez Feijóo ha pedido a Mazón y a la secretaria general, María José Catalá, la máxima movilización posible ante la dificultad que tendrán los ciudadanos por las fechas escogidas por Pedro Sánchez para acudir a votar. El encargado de transmitir ese mensaje ha sido el propio Feijóo y su 'brazo valenciano', Esteban González Pons.
Formalmente, y en la práctica, el peso de la organización de actos y movilización del partido recae en las direcciones provinciales del PP de Valencia, Alicante y Castellón. Vicente Mompó, Toni Pérez y Marta Barrachina llevarán la presión de ese encargo que persigue no perder el pulso electoral y lograr superar el millón de votos.
La Junta Directiva Provincial del PP de Valencia celebrada ayer estuvo, de hecho, dirigida a poner en marcha a todos los mandos del partido en las comarcas y a nivel local para coordinarse con el comité de campaña. Mompó, no obstante, tendrá que estar aún varios días con un ojo en la campaña y otro en la negociación con la formación que lidera Jorge Rodríguez para apurar sus opciones, todo indica que limitadas, de ser presidente de la Diputación de Valencia.
El objetivo, de nuevo, Sánchez
La fórmula del PP valenciano para lograr buenas cifras es tener continuidad del camino que completaron el pasado 28 de mayo en las elecciones autonómicas y municipales. En aquel momento lograron 'meter' en campaña a Pedro Sánchez y dejar claro a los valencianos que con él como presidente del Gobierno han sufrido graves agravios.
En esta ocasión, es el propio Sánchez quien se exhibe en primera persona y el discurso del PP no estará forzado sino que ese argumentario del pasado 28-M cobrará aún más actualidad y naturalidad.
Los populares, con Carlos Mazón a la cabeza, obtuvieron hace poco más de un mes 863.106 votos y alcanzar ahora el objetivo fijado por el presidente regional no es una quimera, según piensan en la dirección nacional del partido.
El desmoronamiento de Ciudadanos ya les proporcionó un 90% de los 358.000 votos que crecieron respecto a la cita autonómica de 2019 y esa circunstancia, con una tendencia aún más acusada, se va a repetir el próximo día 23.
Nada que ver con 2019
En las últimas elecciones generales (noviembre de 2019), el PP logró en la Comunidad Valenciana 584.415 votos, Ciudadanos –que ya empezaba el retroceso– obtuvo 196.215 y Vox –en pleno ascenso– alcanzaba los 468.134. Esa foto va a cambiar ahora radicalmente, con un Vox más mesurado en sus previsiones de crecimiento y con Ciudadanos ante el trance de su desaparición.
El PP de Mazón es el único en condiciones de poder aportar esa cantidad superior al millón de votos a su jefe de filas nacional, ya que el PSOE de Ximo Puig está bajo los efectos de la derrota de hace un mes y tiene a su izquierda a la coalición de Sumar y Compromís que limitará sus opciones de recoger todo el voto útil. Puig, que hace un mes alcanzó los 691.000 votos, aspira en esta ocasión a superar los 740.000 votos para aportarlo al proyecto de Pedro Sánchez.
Un escaño más en Valencia
Los escaños que repartirá el próximo día 23 la Comunidad Valenciana suponen uno más que en las últimas elecciones generales y pasa de 32 a 33, al ganar 1 la provincia de Valencia. Esta cifra ha ido fluctuando en las últimas consultas en función de la población censada y para las previstas el día 23 de julio los valencianos ganan peso en el Congreso de los Diputados.
Hace cuatro años el PSOE se hizo con 10 escaños (4 en Alicante, 4 en Valencia y 2 en Castellón); el PP logró 8 (3 en Alicante, 4 en Valencia y 1 en Castellón); Vox sumó 7 (3 en Alicante, 3 en Valencia y 1 en Castellón); Podemos logró 4 (1 en Alicante, 2 en Valencia y 1 en Castellón); Ciudadanos 2 (1 en Alicante y 1 en Valencia); y Compromís 1 (1 en Valencia).
Las previsiones ahora marcan un vuelco grande. Las cuentas del PP nacional contemplan en los últimos 'trackings' que Alberto Núñez Feijóo podría obtener unos 13-15 escaños (5-6 en Alicante, 6-7 en Valencia y 2 en Castellón).
El PSOE de Pedro Sánchez sería la segunda fuerza y se quedaría con 9 escaños (3 en Alicante, 5 en Valencia y 1 en Castellón); Santiago Abascal se quedaría con Vox en los 5-6 diputados nacionales (2 en Alicante, 2-3 en Valencia y 1 en Castellón; y la coalición entre Sumar y Compromís, con Yolanda Díaz como cara visible, alcanzaría otros 4-5 representantes en la Cámara Baja (1 en Alicante, 3 en Valencia y 1 en Castellón). Ciudadanos desaparecer y Podemos se disuelve en la amalgama de Sumar y Compromís.
Pepelo
Imprescindible que Vox este ahi fuerte para marcar el rumbo a estos agendistas globalistas de la PP.