La hora más crítica para la evolución de la DANA del pasado 29 de octubre fue también la de mayor 'desconexión' entre las Administraciones y organismos implicados en el control de la Emergencia. Entre las 18 y las 19 horas en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) constituido en el Centro de Coordinación de Emergencias en La Eliana no había presencia física de representantes del Gobierno de España ni de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ni de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Tanto la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, como los representantes de esos dos organismos dependientes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que encabeza Teresa Ribera, seguían la reunión del Cecopi –que se convocó a las 17 horas– de manera telemática.
La clave es el 'apagón'
La directora de la Emergencia, la ya exconsellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, sí estaba en el centro de mando. El cruce de acusaciones entre la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España gira en torno a las 18 horas cuando ambas Administraciones coinciden en que se produjo un "apagón". Informativo por parte de la CHJ, según el Consell, y de las comunicaciones, según el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Esa falta de coordinación llegó en una hora en que la fuerza torrencial de las lluvias en la zona de Utiel, Chiva, Turís o Pedralba estaba desplazando una masa de agua enorme a gran velocidad camino del embalse de Forata, en el caso del río Magro; en dirección al sur del área metropolitana de Valencia, por lo que se refiere al barranco del Poyo; y hacia la ciudad de Valencia, desde el río Turia.
La ministra Teresa Ribera lanzó la acusación más directa en su comparecencia en el Congreso de los Diputados al asegurar que entre las 18 y las 19 horas del pasado 29 de octubre en el Cecopi los tres representantes del Gobierno, la Aemet y la CHJ se quedan sin poder seguirlo porque "la pantalla pasa a negro".
Bernabé dice que pararon
Ese presunto corte de la comunicación apuntado por Ribera fue refrendado ayer por Pilar Bernabé quien explica que "la Generalitat es la que tiene que dar explicaciones".
"No quiero estar hablando todo el día de lo que pasó el día 29 pero la Generalitat anunció que paraba el Cecopi y lo paró durante una hora. Los motivos por que lo pararon son ellos los que los tienen que dar".
También el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, aseguraba que "lo que sí sé es que hubo un lapso de tiempo en el que no hubo ese Cecopi, pero quien tiene que responder a esa cuestión es la máxima responsable de la dirección de Emergencias, que es quien tiene la competencia máxima dentro del Centro de Coordinación".
Esto es, señala directamente a Salomé Pradas que ostentaba el mando de la Emergencia y que sí estaba en La Eliana. Fuentes cercanas al Gobierno deslizaron desde el día siguiente a la catástrofe que la entonces consellera de Justicia e Interior se mostraba "errática y nerviosa" y que "entraba y salía de la sala".
"No se canceló"
Ahora bien. ¿Qué es lo que sucedió con Bernabé (que canceló su agenda a primera hora y estuvo activa en el seguimiento de la DANA) y los representantes de la Aemet y la CHJ? La realidad es que ninguno estuvo esa tarde en el Cecopi. Y durante esta hora crítica, las fuentes consultadas por Vozpópuli entre asistentes a la reunión aseguran que "no se canceló en ningún momento" durante esa tarde y toda la noche, y que tampoco se cortó la señal de la videoconferencia.
Las mismas fuentes relatan que durante esa hora los técnicos de Emergencias continuaron recopilando datos y analizaron el escenario de la presa de Forata y la situación de Utiel que ya era muy grave.
La invisibilidad del Poyo
Los datos del caudal (no de la pluviometría) que bajaba por el barranco del Poyo tuvieron un paréntesis entre las 16,13 horas –la CHJ envió un correo electrónico asegurando que el caudal era de 27 metros cúbicos por segundo, con tendencia a descender– y las 18,43 horas –alertaba que era de 1.700 metros cúbicos por segundo– por lo que en el Cecopi esta conducción no estaba hasta ese momento en "el foco" de la atención. Paiporta ya estaba a esa hora empezando a recibir agua desbordada del barranco.
Carlos Mazón se incorporó al Cecopi a las dos horas de constituirse por la información preocupante que llegaba del embalse de Forata, lo que confirmaría que el barranco del Poyo fue invisible durante un tiempo que resulta inasumible con la tecnología de la que se dispone actualmente.
Parece cierto que Salomé Pradas, según las mismas fuentes, realizó un breve receso (pero los técnicos seguían analizando información) y también que tanto Bernabé como los representantes de la CHJ y la Aemet se ausentaron "en varias ocasiones" de la reunión y luego volvieron a reincorporarse.
La hora de 'apagón' de pantalla que denuncia el Gobierno coincide con el 'apagón' informativo que el Consell critica sobre la falta de datos por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar de lo que estaba ocurriendo en el barranco del Poyo. Resulta llamativo que si Teresa Ribera desliza que la Generalitat no actuó en base a la gravedad de los datos que tenía, los representantes del Gobierno no hicieran nada para revertirlo durante esa hora de presunta incomunicación con el Cecopi.
Esta cuestión, muy probablemente, se dilucidará en los tribunales, ya que el argumentario político de ambas Administraciones es contrapuesto. Revela, eso sí, que el silencio de la Confederación Hidrográfica del Júcar sobre la evolución del caudal en el barranco del Poyo, durante esas dos horas y media, a día de hoy, sigue sin explicación. El Cecopi, en el momento más crítico, actuó 'a ciegas' respecto a la riada que viajaba por el barranco que luego resultó ser el más letal de la jornada.
Coordinación difícil
La presencialidad también es útil para la coordinación y lo que se registró en la jornada del 29 fueron llamadas, videoconferencias y pocas reuniones personales entre las figuras clave de las Administraciones. Era un día en el que las comunicaciones eran complicadas por la caída de postes eléctricos y antenas de telefonía, especialmente a partir de las cinco.
En ese sentido se ha pronunciado la vicepresidenta primera del Gobierno valenciano, Susana Camarero, quien recuerda que "es la ministra Ribera la que ha estado desconectada durante veintiún días" y ha insistido en que quienes critican que hubo un apagón en el Cecopi "deberian haber estado aquí".
La DANA estaba pronosticada con días de antelación pero la coordinación no parece que fuera la más adecuada si se tiene en cuenta que la ministra Teresa Ribera estaba ese día en Bruselas; su secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en Colombia; la directora general de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, en Brasil; Pilar Bernabé y los representantes de Aemet y CHJ entraban vía telemática en el Cecopi; Carlos Mazón mantenía su agenda y estuvo presencialmente en el Cecopi en el tramo final de la tragedia; y Pedro Sánchez estaba regresando de la India.