El exvicepresidente del Valencia CF Miguel Zorío ha trasladado una oferta formal de compra a Peter Lim por el total de sus acciones (cerca del 92%) y por un precio de 250 millones de euros. El respaldo económico llegaría de la mano de la empresa Toro Finance S.L. -con la marca Bravo Capital– y la carta de intenciones que sostiene la oferta está firmada por el fundador de Gedesco Antonio Aynat.
Toro Finance S.L. tiene a Aynat como accionista minoritario (en torno al 16% junto a Francisco García) y está en venta por deseo del gigante estadounidense de inversión global Grupo Carlyle. La compañía Toro Finance asegura a Vozpópuli que la carta de respaldo de Aynat tiene su consentimiento, aunque se niegan a dar más detalles hasta que se produzca una respuesta de Peter Lim.
El intento de compra de Zorío no es nuevo. Es el presidente de Marea Valencianista, una de las plataformas más activas en contra de la gestión de Peter Lim, y llevó a los juzgados la validez de la licencia urbanística que el Ayuntamiento debe conceder al magnate singapurense para poder reanudar las obras. Está ahora dirimiéndose.
Juntos en la 'guerra' contra JZI
Tampoco es nueva la relación entre Zorío y Aynat que colaboran en la guerra judicial que el segundo mantiene por el control de Gedesco contra el accionista mayoritario, el fondo norteamericano JZI. Por ahora no hay decisiones definitivas en los tribunales, todas son susceptibles de recursos, y son varias la demandas cruzadas entre ambos accionistas en un enredo judicial que promete estar aún varios años repartido en varios juzgados.
La predisposición de Lim a vender a Miguel Zorío (una piedra en su zapato) es remota, pero también es cierto que llega en un momento en el que el patrimonio inmobiliario del club no está 'consolidado' por la caducidad de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) que le concedieron en su día la Generalitat y el Ayuntamiento.
Caducidad de la ATE
La presidenta del Valencia CF, Layhoon Chan, la mano derecha de Lim en la capital del Turia, ha denunciado en los juzgados la caducidad de la ATE, acusando al Ayuntamiento y la Generalitat de obstaculizar la posibilidad de retomar las obras del nuevo estadio.
Esta situación no ayuda a que el Valencia CF y el Ayuntamiento que encabeza María José Catalá acuerden las condiciones para reanudar las obras. Catalá ha dicho que la licencia urbanística para volver a meter las máquinas en el recinto de la avenida de las Cortes Valencianas estará lista en el primer trimestre del año.
Peter Lim, sin embargo, quiere más garantías y ha transmitido a Layhoon Chan que quiere que se aprueben las fichas urbanísticas antes de reanudar las obras.
Las fichas de la discordia
En síntesis, esas fichas ayudarían a Lim a poner en regla el patrimonio inmobiliario del club que la caducidad de la ATE deja en el aire. La pasada legislatura, las citadas fichas obligaban a Lim a pagar 9,8 millones de euros al Ayuntamiento para construir el polideportivo de Benicalap y así el consistorio liberaría 41.700 metros cuadrados de suelo terciario que el club tiene concedidos en dos torres junto al nuevo estadio.
A continuación, Lim debería finalizar el nuevo estadio para que el Ayuntamiento liberara el suelo terciario del que dispone en el estadio Mestalla (29.000 metros cuadrados) y otra pastilla de 75.900 metros cuadrados de suelo residencial.
Estas operaciones permitirían a Lim disponer de activos y extraer beneficios de su venta. Es algo que ahora mismo se antoja difícil porque la aprobación de esas fichas urbanísticas debe salir por mayoría absoluta del pleno y ni Vox (4 ediles), ni PSPV (7), ni Compromís (9) están por la labor.
María José Catalá tampoco va a hacer ningún movimiento de buena voluntad hacia Lim mientras mantenga su pulso en los juzgados por la caducidad de la ATE. Y Lim, por su parte, no parece querer ordenara reanudar las obras sin las fichas que garanticen su posición inmobiliaria frente a posibles compradores.
Capacidad de negocio mermada
En esa situación de bloqueo patrimonial Peter Lim ve reducida su capacidad de negocio a costa del Valencia CF. La venta de jugadores sólo le sirve para ir paliando el déficit que su nefasta gestión genera cada año.
Es por ello que Zorío era ayer algo más 'optimista' en que pueda ser aceptada su oferta, aunque es consciente de que todo depende de la voluntad de Peter Lim. El exvicepresidente del Valencia CF lleva años intentando que las administraciones afronten una sustitución del promotor para acabar el nuevo estadio, aunque de momento nadie ha dado ese paso.
La oferta de Zorío fue presentada a finales del pasado mes de diciembre y Lim todavía no ha contestado. En la anterior ocasión que Zorío realizó un ofrecimiento, la respuesta negativa del inversor bursátil de Singapur llegó en apenas una semana y pedía, de partida, 450 millones de euros por su paquete accionarial.
Esta propuesta estará viva hasta finales de enero, pero el dinero lo tiene asegurado Miguel Zorío hasta 2028, por si aparece durante ese tiempo una oferta real que él pueda igualar, posibilidad que dejó abierta el protocolo del proceso de venta.
Si Peter Lim acepta la oferta, Miguel Zorío acreditará junto con al entidad financiera la disponibilidad de los fondos para afrontar el pago, antes de realizar la Due Diligence para analizar la realidad financiera del club, explica Zorío a este medio.
En el comunicado de Marea Valencianista se especifica que si la operación de compra saliera adelante el 51% de las acciones se repartirán en los primeros tres años entre los accionistas, socios y aficionados del Valencia CF.
En una segunda fase, la sociedad de valores colocaría un paquete de acciones entre inversores que apoyarían el crecimiento económico y deportivo del club, dando preferencia a empresarios valencianos y a patrocinadores del club, con un pacto de recompra una vez terminados los contratos de esponsorización. Ninguno de ellos podrá entrar en la gestión del club.
En la tercera fase, se sacaría al mercado bursátil la parte de capital que no se coloque en las anteriores.
Constructora del nuevo estadio
Por lo que hace referencia al nuevo estadio estaría finalizado en tres años desde la compra del club con una inversión bastante superior a los 200 millones. La constructora encargada de las obras, según ha podido conocer Vozpópuli, es de la máxima solvencia en el ámbito nacional e internacional y ofrecería unas condiciones de pago a 50 años y con una carencia en los 2 primeros.
"El objetivo final era y es repartir las acciones entre los aficionados y recuperar el Valencia para los valencianistas. La pelota está ahora en el tejado de Peter Lim y del Ayuntamiento de Valencia, que debe decidir entre ayudar al gran enemigo del valencianismo, o apoyar la recuperación del club, simplemente cumpliendo con la ley y con la palabra públicamente comprometida", explicaba ayer Miguel Zorío en su comunicado de la oferta de compra.
Y mientras la gestión del Valencia CF con Peter Lim sigue totalmente bloqueada, la posibilidad de que Valencia se quede sin ser sede del Mundial 2030 es cada vez más elevada porque sin el nuevo estadio no hay opción de albergar un acontecimiento de esas características en ningún otro recinto de la ciudad.