Diana Morant ha superado con éxito sus dos primeros retos desde que fue proclamada en el congreso extraordinario de Benicàssim como secretaria general del PSPV. El primero de ellos es la crisis en la agrupación local de Castellón de la Plana, mientras que el segundo tiene que ver con la incertidumbre sobre los ministros de Pedro Sánchez.
La dimisión en bloque el pasado 24 de abril de los miembros de la ejecutiva municipal de Castellón para forzar la dimisión del secretario general, Germán Renau (a quien acusaban de llevar dos años sin convocar este órgano interno del partido) originó un grave cisma en el partido en la principal agrupación de la provincia.
Morant se puso manos a la obra para que la dirección provincial de Castellón propusiera una gestora de consenso que aplazara la renovación y acortara temporalmente la crisis para que no interfiriera en las elecciones europeas del próximo 9 de junio. Y también para que no distrajera la atención de la propia líder del PSPV en la ayuda a Salvador Illa para las elecciones catalanas que se celebraron el pasado dominio.
Fabián Molina
"Hay que frenar la ola ultraderechista que crece en Europa", transmitió la secretaría general del PSPV a sus compañeros en Castellón. Diana Morant pidió rapidez en concretar esa propuesta de gestora que, finalmente, arrojó un consenso para situar a Fabián Molina (uno de los más experimentados de la agrupación castellonense) como presidente, mientras que Sol Sorribes, Patricia Puerta, Antonio Lorenzo, Merxe Prats y Javi García (la persona de confianza de Morant) también integrarán la gestora como vocales.
Esta propuesta exprés de la dirección provincial permite encapsular la crisis en Castellón en un momento delicado por el ciclo electoral que se vive en España. Ahora es Ferraz la que debe mover ficha aprobando esta propuesta a través del comité federal y después habrá un margen de 90 días para celebrar una nueva asamblea constituyente que determine el nuevo orden en la agrupación local de Castellón.
Lista única
La orden de Morant es tratar de que se confeccione una lista única donde las diferentes sensibilidades del partido (las que representan la exalcaldesa Amparo Marco, y al secretario general provincial, Samuel Falomir, fundamentalmente) estén plenamente representadas.
Quiere seguir así el ejemplo que ella mismo aplicó con los líderes provinciales alicantino y valenciano, Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa, respectivamente, al integrarlos en su dirección nacional.
La idea de Diana Morant, según han confirmado fuentes del partido a Vozpópuli, es que la asamblea constituyente se pudiera celebrar a finales de junio para lo que la luz verde a la gestora por parte de la dirección federal debería estar ya muy próxima.
Si no consigue que los candidatos atiendan a su petición, Morant se enfrentaría a un problema como sería que la principal agrupación de la provincia estaría en plena disputa interna en el inicio del próximo curso político y eso es algo que quiere evitar a toda costa.
El 'universo' Sánchez
La segunda de las cuestiones que ha preocupado a la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades tiene que ver con su 'jefe', Pedro Sánchez. Primero fue el periodo de 'reflexión' de cinco días en el que el presidente del Gobierno amagó con dimitir.
Esa situación expuso la dependencia que Morant tiene de su integración en el gabinete de Sánchez para disponer de una proyección pública potente. Haber convocado elecciones o perder para la primera línea de la política a su principal valedor hubiera resultado muy inquietante para el PSPV.
Superado ese trance quedaba por ver cómo resultaba el envite electoral en Cataluña que acabó con victoria de Salvador Illa. Si bien no se sabe aún cómo puede afectar a la legislatura nacional, a corto plazo, es un balón de oxígeno la victoria del PSC para las tesis de Sánchez y su gabinete.
Política territorial
Para Morant es más fácil confrontar ahora con Mazón en lo que respecta al modelo político que se debe aplicar en Cataluña porque, como ha explicado estos días, refrenda la teoría del 'reencuentro' que defiende el presidente del Gobierno. Mazón también esgrime la subida (quintuplica sus apoyos) del PP en la región vecina lo que también avalaría el modelo de Alberto Núñez Feijóo con Alejandro Fernández como punta de lanza.
El recién estrenado liderazgo de Diana Morant al frente del PSPV ha superado así dos momentos complicados y se puede decir que de manera exitosa (momentánea en ambos casos). La próxima parada es el 9 de junio con las elecciones europeas donde se vuelve a poner en tela de juicio al PSOE a nivel nacional.
Renovación
Morant espera poder argumentar después de esa fecha que los resultados son buenos (aunque las encuestas no auguran tan buenos guarismos como en las catalanas) para entrar después en una fase de tranquilidad electoral en la que poder hacer más sólido su liderazgo y mirar hacia adentro: con las renovaciones orgánicas que tocan en las provincias y en las agrupaciones locales.
El congreso federal será el primero en abrir fuego (aunque no está confirmado cuándo será). En función de ese cónclave se decidirá si es mejor abordar a finales de este año o principios del que viene la renovación en el PSPV en sus diferentes niveles –salvo el nacional– o posponerlo hasta otoño de 2025 que es el margen máximo que permiten los estatutos.
Lablasca
Tiene cara de monja
alvaro
Cierto, el problema es que nos arrastre a los españoles en su caída, al final todos caeremos, pero el se podrá agarrar a algún puestecito en Bruselas, o en la O N U o vaya. Usted a saber y nosotros habremos sido arrastrados al guano por este personaje
xsibai
Eso del sueldo de por vida para los presidentes de toda laya, debería ser un tema a debatir en todos los foros. Por lo menos, debería limitarse en todos los sentidos.