El objetivo de Ximo Puig con vistas al próximo 28-M es centrar la mayor actividad posible en Valencia y su área metropolitana al calcular que la mayor parte de escaños que están en juego, según los datos que manejan en Presidencia, son de esta área densamente poblada.
El presidente autonómico valenciano cuenta con que pueden alcanzar los 13-14 diputados por la circunscripción de Valencia aglutinando votos de Podemos (que entraría por los pelos en las Cortes) y también de los votantes de Ciudadanos que aún no han manifestado en las encuestas que su preferencia sea el PP de Carlos Mazón.
Esta cifra, consideran los socialistas, que podría ser suficiente para que Puig pudiera repetir como presidente porque permitiría alcanzar los 31-32 diputados y sumarse a 5-6 de Podemos y 14-15 de Compromís para retener la mayoría absoluta del bloque de izquierdas en las Cortes Valencianas.
Los grandes anuncios electorales que ha realizado Puig hasta la fecha (y que sólo se llevarían a cabo si gana porque exceden de la actual legislatura) son un nuevo hospital en la ciudad de Castellón y los tres restantes afectan de lleno a la capital del Turia.
Hospital, infraestructura judicial y equipamiento urbano
El primero lo hizo Gabriela Bravo con la promesa de que ampliarán la Ciudad de la Justicia de Valencia con una segunda fase; el segundo lo verbalizó Sandra Gómez (candidata a la Alcaldía de Valencia) con la proyección del Parque de Desembocadura que permitiría acabar las infraestructuras y equipamientos del antiguo cauce del río Turia hasta la fachada litoral; y el tercero lo hizo el propio Puig y es la construcción del nuevo hospital Arnau de Vilanova en Paterna (ciudad situada a 6 kilómetros de Valencia).
El líder de los socialistas valencianos pretende activar una agenda con gran presencia en Valencia y los municipios de su área metropolitana para poder concretar ese crecimiento que necesita el PSOE valenciano para seguir al frente de la Generalitat, ya que parece la única de las tres provincias donde ese margen es más amplio.
En 2019 fueron 27 los diputados que alcanzó Puig en la Comunidad Valenciana –10 en Valencia, 10 en Alicante y 7 en Castellón– y las cuentas de los socialistas ahora auguran un techo máximo hasta los 14 escaños en Valencia, llegar a 8 en Castellón y subir a 11 en Alicante.
Sin Oltra y con Mazón en Alicante
Por eso, Puig dio el paso de encabezar la lista por la provincia de Valencia y 'olvidarse' de su circunscripción natal (Castellón). Con esa decisión, el presidente valenciano espera ayudar a dar un impulso a la campaña en las zonas más pobladas. Además, ya no tiene que medir sus fuerzas con Mónica Oltra que, cuando Compromís alcanzó su máximo histórico, tuteaba a los socialistas en número de votos. Joan Baldoví, el relevo de Oltra, no es, ni de lejos, tan peligroso para los socialistas y Compromís tampoco vive sus mejores momentos.
Carlos Mazón, además, le ha allanado ese camino al decidirse por encabezar la circunscripción de Alicante, por lo que Puig no tendrá que medirse tampoco al candidato del PP a la Presidencia de la Generalitat.
A los potentes anuncios electorales, y a su apuesta por encabezar Valencia, Puig ha incorporado a medio Gobierno valenciano para secundarle en la lista autonómica por Valencia. Los consellers Rebeca Torró, Arcadi España, Gabriela Bravo y Miguel Mínguez son los siguientes y en el puesto número 7 (con escaño garantizado) encontramos a Toni Gaspar, el actual presidente de la Diputación de Valencia.
Las inversiones de la Diputación
La inclusión de Gaspar es un plus para Puig, ya que ha 'regado' a los municipios de la provincia con millones de euros durante la pandemia y con planes de inversión posteriores. Es una figura que puede resultar clave para arrastrar voto municipal hacia la papeleta autonómica, dado que las elecciones de los dos ámbitos se celebran el mismo día.
Y también el puesto número 9 de la lista es para una pieza fundamental en el engranaje orgánico del PSOE valenciano, como es José Muñoz, actual secretario de Organización, y que reforzará desde el partido la campaña que Puig ya ha comenzado con sus anuncios electorales desde la Generalitat.
Sánchez, a cuentagotas
La presencia de Pedro Sánchez sigue siendo una incógnita, pero cada vez parece más claro que su presencia no será muy prolija en Valencia, más allá del gran mitin previsto en la plaza de Toros de Valencia y donde también celebrará el PP su acto central, tal y como adelantó Las Provincias.
Por el momento, Sánchez ha pasado de puntillas en la última visita a Valencia el pasado 17 de marzo, ya que después de acudir al acto del inicio de las obras de la gigafactoría de Volkswagen en Sagunto, eludió ir a la capital del Turia, que estaba en plena celebración de las fiestas falleras. A diferencia de Alberto Núñez Feijóo, que se zambulló durante 18 horas de visita por la ciudad (a pie de calle), el presidente del Gobierno no quiso enfrentarse a ese 'referéndum' popular que siempre supone caminar junto a los ciudadanos.
Tampoco ha venido a Valencia esta semana al eMobility Expo World Congress –donde estaba anunciada su presencia–, lo que ha dejado la sensación de que prefiere no estar en actos multitudinarios, que no sean de carácter institucional o de partido, y en los que debería someterse al termómetro del contento o descontento ciudadano.
Ximo Puig ha dado la orden de hacer una campaña electoral de perfil bajo donde la principal argumentación sea la de la gestión que se ha realizado desde las diferentes instituciones en las que el PSOE gobierna, comenzando por la propia Generalitat. Es sabedor de que la marca ahora no empuja como en 2019 y ve más opciones de crecer desde el apoyo a su gestión que exhibiendo el liderazgo de los socialistas valencianos.
