El ministro de Hacienda ha dado una nueva vuelta de tuerca a los impuestos, tal y como ya había anunciado y estaba previsto en el plan nacional de reformas. Cristóbal Montoro aprobará este viernes en el Consejo de Ministros las alzas tributarias a las grandes empresas, el tabaco, el alcohol y los impuestos medioambientales.
En cuanto comenzó la crisis, las grandes grupos empresariales rebajaron muy rápidamente su factura tributaria, y Hacienda siempre ha interpretado que en parte usaron todas las rendijas que les permitía la ley para evitar el pago de impuestos. Desde entonces, ha emprendido una serie de medidas que eliminaban deducciones y aumentaban los pagos de las empresas. Con el resultado de que ha llegado a recabar un 40 por ciento más de ellas. Y ahora les va dar un repaso más, sobre todo a las deducciones que se hacían las empresas por provisionar pérdidas en el extranjero.
Las grandes empresas se han quejado directamente al ministro de que la mayor parte de sus beneficios se producen ya en el exterior y que no se les puede infligir una doble imposición.
Montoro subirá también los impuestos con externalidades negativas, esto es, tabaco y alcohol y medioambientales. Los tipos de estos gravámenes siempre han estado por debajo de la media europea y Bruselas ha insistido mucho en que se incrementen.
Hacienda tenía que elevar la tributación del alcohol y el tabaco antes del verano para aprovechar el consumo extra que se hace en ese periodo, sobre todo por los turistas. Probablemente se proteja la cerveza y el vino al tiempo que se sube a las bebidas espirituosas del 40,5 al 45 por ciento. Y para el tabaco se aumentará el impuesto por producción por kilo, esto es el de liar, y el llamado 'ad valorem' o porcentaje del precio de venta. En total, el impuesto sobre el tabaco ya asciende al 79,5 por ciento de lo que se paga en el estanco.
Respecto a la fiscalidad medioambiental, Montoro tiene el problema de que las Comunidades ya se han prodigado creando impuestos verdes de todo tipo, y tendrá el problema de que seguramente las competencias chocarán en los tribunales. Todo esto es un aperitivo de la reforma fiscal que ha de culminar Hacienda para marzo de 2014.