Nuevo revés para Toni Comín. Después de que una sentencia del Tribunal Europeo alejase sus esperanzas de lograr en un futuro su acta de eurodiputado —a la que no pudo acceder, pues para ello debía jurar la Constitución en España—, ahora se enfrenta a una acusación de gastos irregulares de los fondos del Consell de la República, el Govern paralelo que Carles Puigdemont estableció en Bélgica. Una auditoría de la entidad ha detectado que Comín usó 15.530 euros del Consell en gastos personales. Entre ellos, contratar un coche de alquiler, alquilar un apartamento, pagar multas de tráfico o retiradas de efectivo de hasta 6.000 euros. La auditoría entiende estos gastos como "no justificados" y apunta a "posibles irregularidades".
Comín, que huyó a Bélgica tras el golpe secesionista de 2017, se ha defendido en un comunicado alegando que no se trata de gastos personales, sino que lo son de "representación" por su condición de vicepresidente del Consell. Y ha señalado que otros miembros del Consell también cargan a la entidad los "costes de desplazamiento y alojamiento" en sus viajes de trabajo. El vicepresidente ha recordado que su actividad en el Consell no cuenta con remuneración dada su condición de cargo electo. Sin embargo, al no haber tomado posesión de su escaño, tampoco recibe ingresos de la Eurocámara.
El Consell ha cerrado filas en torno a Comín, argumentando que los indicios que apuntan a uso irregular de sus fondos son "provisionales". Además, ha destacado que estos se han hecho públicos tras un "ataque informático, de una vulneración de la cuenta oficial de Instagram y de algún dispositivo privado, probablemente el del vicepresidente de la entidad, Toni Comín". Estos hechos, que considera "graves", los atribuye a "piratas, probablemente a sueldo de las cloacas del Estado", cuya intención es perjudicar al Consell. No obstante, la auditoría ha salido a la luz gracias un diario separastista, 'El Món', que ha calificado de "hilarantes" las alegaciones de la entidad.
