Un grupo de personas acudió el pasado viernes por la tarde hasta una de las puertas del complejo de La Moncloa, donde entonaron el himno que habitualmente se emplea para honrar a los fallecidos en acto de servicio en las Fuerzas Armadas o los cuerpos de seguridad del Estado.
La iniciativa surge en el marco de las protestas contra la gestión de la crisis del coronavirus por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, aunque su objetivo -dicen- es "rendir tributo" a las víctimas de la covid-19 fallecidas durante estos meses. "Llevamos un mensaje de apoyo a todas las personas que sufren, han sufrido o sufrirán la gestión de esta debacle", aseguran en un vídeo.
Los activistas hicieron el recorrido entre la plaza de Cibeles y la sede de la Presidencia del Ejecutivo, aunque la intención es repetirlo más a menudo cuando la capital entre en la fase uno del proceso de 'desescalada'. Anteriormente habían realizado otra marcha similar, con la plaza de Colón como punto inicial.
Ataviados con una bandera nacional y lanzando gritos de ¡Viva España!, recorrieron la Gran Vía madrileña, pasando por la Plaza de España. Continuaron su marcha por la calle Ferraz (donde se encuentra la sede del PSOE) y alcanzaron la residencia oficial donde vive Sánchez. A las puertas del complejo y frente a varios agentes de la Policía Nacional que custodian los accesos, entonaron el himno "La muerte no es el final".
Se definen como un "movimiento cívico y civil que corre a favor de las víctimas y de la bandera". Asimismo, aseguran buscar "los valores que antaño nos unieron". En los próximos días pretenden poner en marcha una web y aseguran no representar a "ningún partido político".
El grupo porta una indumentaria común de color pardo, en la que además de una bandera nacional y la letra griega omega, destaca una cruz de Borgoña. Esta insignia, que data de la época imperial, fue adoptada por el movimiento carlista y tradicionalista. Los cuerpos policiales la tienen identificada como uno de los símbolos que habitualmente emplean los grupos ultras. Asimismo, muestran el lema "desperta ferro", que era uno de los gritos de guerra de los almogávares antes de la batalla.
