A la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, no le gustó el "que se jodan" que pronunció la diputada por Castellón Andrea Fabra. Le pareció una expresión "censurable" y un mal ejemplo para la ciudadanía, pero ello no se va a traducir en ningún tipo de medida disciplinaria contra ella dando por bueno que el exabrupto no se lo dirigió a los parados sino a los diputados de la bancada socialista.
Y es a ellos a los que se ha referido Cospedal al afirmar este lunes por la mañana en rueda de prensa en la sede nacional del PP que "hay muchos comportamientos realizados por diputados, senadores u otros representantes públicos que nos pueden parecer censurables, como lo fueron también por parte de otros grupos políticos que la provocaron". En este sentido ha indicado que "unos están grabados, otros no. Todos son censurables y no es el mejor ejemplo para la ciudadanía".
Cospedal ha intentado así marcar ciertas distancias con la castellonense, a la que ha aludido en términos algo fríos. Pero ante el interrogante de si se tomará alguna medida contra ella, ha negado tal posibilidad bajo el argumento son que "no son el mejor ejemplo, pero habría que tomar medidas contra la mitad de los diputados de la Cámara. No me gusta, igual que no me gustaron las expresiones o los gestos que se vieron antes", aunque no ha especificado a cuáles se refería.
La secretaria general del PP ha hecho estas manifestaciones tras la reunión del comité de dirección de su partido mientras la puerta de la sede de Génova era escenario una protesta de un centenar de funcionarios, la mayoría de Justicia, por la proximidad de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo.
