El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha plantado este jueves al director general del Cuerpo, Ignacio Cosidó, en un acto oficial de homenaje a los policías nacionales fallecidos en acto de servicio. La razón es que el evento se ha iniciado con una misa, algo que el sindicato entiende contrario al carácter laico de la institución.
Denuncian que, según la invitación del servicio de protocolo de la Policía Nacional, la previsión era que la misa fuese "voluntaria" y al finalizar el acto, no al principio. El evento central era la inauguración de una placa con todos los nombres de los policías fallecidos en acto de servicio, según recoge Europa Press.
El SUP recuerda que la Constitución deja claro que "ninguna confesión tendrá carácter estatal"
"Ante esta invitación para un acto cuyo fin principal era inmortalizar los nombres de los compañeros como merecido reconocimiento a su entrega, algo hasta ahora sin precedente en nuestro colectivo, el SUP decidió estar presente por la importancia y el valor que este hecho requiere, a pesar de que la previsión era celebrar un oficio religioso voluntario tras el acto central", explica el sindicato.
Este colectivo manifiesta a través de un comunicado su respeto "en todo momento el carácter laico de la Policía Nacional donde trabajan personas de los más variados credos; algo que no se ha respetado".
El SUP se niega a permitir que la actual dirección de la Policía Nacional, imponga su criterio religioso a todo un colectivo, en clara muestra de lo que ha venido siendo su talante democrático en esta legislatura, con una clara falta de deferencia hacia quienes no lo comparten". "Nos hemos quejado en numerosas ocasiones de la retrógrada y peligrosa vertiente militarista y de adoctrinamiento religioso que se viene imponiendo en todos los actos oficiales del CNP", insisten al tiempo que recuerdan que la Constitución deja claro que "ninguna confesión tendrá carácter estatal".
Por todo ello justifican su decisión de abandonar la misa inicial, "con el capellán castrense dirigiendo el acto". Aclaran que no pretenden faltar al respeto de "la religión católica" que cultivan muchos de sus afiliados.